Abandono de las cárceles: graves irregularidades en el manejo de los líquidos cloacales en la Unidad N° 21 de Campana

Abandono de las cárceles: graves irregularidades en el manejo de los líquidos cloacales en la Unidad N° 21 de Campana

Desde la construcción de la Unidad  Penitenciaria  N°  21 en la localidad de Campana, el tratamiento de los residuos cloacales ha sido totalmente deficiente: lejos de tomar medidas para solucionar  esta anomalía, a pesar de las promesas, la gestión de María Eugenia Vidalabandonó las obras, dejando que los líquidos efluentes busquen un drenaje natural hasta la canalización lindera a la ruta Provincial  6. A pesar de los reclamos y las promesas, el ministro de Justicia Gustavo Ferrari trata de patear el tema y que no se hable de las cárceles en campaña.

 

Un agente de Sanidad Penitenciaria, que no quiso dar a conocer su identidad por miedo a represalias, explicó en diálogo con NOVA: “La planta para el tratamiento de los residuos cloacales es de escasas dimensiones y capacidad como  para satisfacer las necesidades de la cárcel, por lo que nunca cumplió con los requerimientos legales en cuanto a la calidad de los vuelcos al medio ambiente”.

Los desechos cloacales escurren sin tratamiento alguno por el canal a cielo abierto que bordea la Ruta 6: “Los residuos pasan simplemente por los restos de la depuradora, pudriéndose o empeorando su condición por estar retenidos en condiciones anaerobias, para luego pasar a condiciones aerobias en su curso a la zanja, su destino final”, añadió. Ante este escenario, pidieron la urgente intervención de un fiscal, que tienen la obligación de actuar de oficio.

De este modo, se presentó una denuncia ante la Defensoría del Pueblo, otra de las tantas que carga sobre la espalda la gestión del interventor Fernando Rozas, manipulado por el ministro de Justicia, su padrino político, Gustavo Ferrari: “Exigimos a las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense que  instrumenten los medios necesarios para corregir esta irregular situación, y que las acciones finalicen con la constatación fehaciente del buen funcionamiento de la Depuradora Cloacal”.

Asimismo, incluyeron en la denuncia a la Autoridad del Agua: “Nunca ha realizado los controles necesarios para intimar y/o corregir estas situaciones, cuyo monitoreo  es su responsabilidad”.

Según especialistas, esta desidia con los desechos cloacales en varios penales se convirtió en un riesgo para toda la Comunidad, siendo las cárceles un lugar fértil para que broten enfermedades y se propaguen en la población.

Alerta por casos de dengue en presos y penitenciarios

Por orden expresa del Ministerio de Justicia,  en la Unidad Penitenciaria N° 21 de Campana mantienen oculto un brote de dengue que no pueden controlar: según informó a NOVA un profesional de la salud que se desempeña en dicho Complejo, los primeros casos afectaron a los presos y, ahora, se replicó al personal carcelario.  

En este escenario, otro de los denunciantes que tampoco quiso revelar su identidad (demostrando el miedo y persecución hacia los trabajadores), aseguró que si no se toman cartas en el asunto de manera inmediata, teniendo en cuenta que estamos en los últimos días del invierno, cuando comiencen los días de calor, la situación puede ser mucho más grave: esta enfermedad viral es transmitida por los mosquitos, que con altas temperaturas y agua encharcada, obtiene las mejores condiciones para reproducirse.

La falta de higiene, el incorrecto tratamiento de los desechos cloacales y la superpoblación conforman un combo perfecto para el desarrollo de distintas enfermedades, entre ellas el dengue. Los síntomas son fiebre alta, sarpullido y dolor en los músculos y las articulaciones. En los casos más graves puede haber hemorragia profusa y un shock, que pueden llevar a la muerte.

Asimismo, los penitenciarios denunciaron que, sumado a que no existe la desinfección, hay un canal a cielo abierto que cruza por el medio de las Unidades del Complejo, donde van los desechos cloacales sin tratamiento, el cual desemboca en una gran laguna, detrás de la planta de Honda.

Mientras la gobernadora  Vidal apunta los cañones a la campaña electoral, el rumbo del Servicio Penitenciario está a la deriva. Lejos de conseguir la transparencia prometida, el ministro de Justicia Gustavo Ferrari y el interventor del SPB Fernando Rozas, utilizaron la Emergencia Penitenciaria para llevar adelante una “falsa purga”, recortar el personal y llevar adelante oscuros negocios que fueron desenmascarados por esta agencia de noticias: multiplicaron los hechos de corrupción, instalaron mecanismos de gestión mafiosos, fabricaron nuevos ñoquis con nombre y apellido, empeoraron las condiciones del personal y dejaron a las cárceles abandonadas con los presos y el personal adentro. 

Una desidia estatal que puede ser mortal

Los líquidos cloacales son peligrosos para la salud porque en ellos proliferan gérmenes, algunos de ellos, muy riesgosos. La contaminación por este tipo de agentes puede provocar desde molestias en el estómago hasta enfermedades complicadas. En personas sensibles o en etapa de crecimiento, puede causar la muerte.

Escherichia coli, salmonella, shigella, leptospira y vibrio cholerae son nombres de gérmenes que no resultan familiares al oído. Pero si hablamos de síndrome urémico hemolítico, hepatitis, fiebre tifoidea, leptospirosis y cólera –enfermedades que se trasmiten por líquidos cloacales– es más fácil de comprender el riesgo.

Hay distintas vías por la que los gérmenes pueden ingresar al organismo. La más común es a través de la boca. Pero también pueden hacerlo a través de los ojos, nariz, oídos o una lesión en la piel. Aunque es menos frecuente, los gérmenes también pueden viajar a través del aire. Esto sucede, por ejemplo, cuando un auto pasa por un desborde cloacal y salpica. Las bacterias pueden viajar a través de pequeñas gotas (que se conocen como “aerosol”) e ingresan al organismo al ser aspiradas.

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