Acompañantes terapéuticos: trabajadores precarizados que acompañan en cuarentena

Acompañantes terapéuticos: trabajadores precarizados que acompañan en cuarentena

La crisis sanitaria, económica y social producto de la cuarentena , ha profundizado la precariedad laboral de los y las acompañantes terapéuticos y ha puesto en jaque la continuidad de los tratamientos de las personas a las que acompañan.

 

En el marco de la crisis sanitaria, económica y social, producto de la pandemia y el aislamiento social y obligatorio, que golpea fuerte en el pueblo trabajador y los sectores más empobrecidos, la situación de las y los acompañantes terapéuticos (AT) no escapa a la compleja realidad. Deudas de las obras sociales con el consecuente corte en los tratamientos de las personas a las que acompañan, inestabilidad y precarización laboral, en un contexto de falta de una reglamentación que regule y reconozca su práctica laboral como tal en los ámbitos en donde se desarrolla.

Para las obras sociales, principalmente IOMA en la Provincia de Buenos Aires, los y las AT son efectores de salud pero al mismo tiempo proveedores de servicios, lo que genera una gran precarización laboral. Al no estar nomenclada la práctica, las instituciones establecen criterios propios.
Dialogamos con Karina Brizzi, trabajadora y referente de Acompañantes Terapéuticos en Lucha en Copat (Coordinadora Provincial de Acompañantes Terapéuticos), organización que viene denunciando la precarización y en particular los atrasos en pagos de IOMA.

Según la trabajadora de la salud, “el atraso en los pagos por parte de IOMA es histórico en el territorio de la provincia, gobierne quien gobierne. Al no contar con un respaldo legal, la situación de precarización laboral de los AT se ha vuelto moneda corriente. Y esta situación se torna sumamente preocupante en el actual contexto de crisis sanitaria y económica a raíz del aislamiento social y obligatorio”.

“Por la cuarentena estamos sin la posibilidad de trabajar y sin poder comer”, escribía una AT en una carta que envió al director de IOMA, Homero Giles, en el mes de marzo, dimensionando la grave situación en que se encuentran miles de trabajadores que quedan sin ingresos y usuarios con tratamientos suspendidos.
El rol del AT no es ser “el amigo calificado” que acompaña y asiste. El ejercicio de los y las AT se realiza situacionalmente con personas que transitan por diferentes afecciones, padecimientos y/o problemáticas psicosociales acompañádolas momentánea o transicionalmente, para poder superar o contribuir a la salud junto a con sus vínculos (y en diferentes contextos habituales) y tareas sin necesidad de restringirse en el aislamiento o impedir aspectos de su vida en la comunidad. Las personas que son acompañadas no son una historia clínica despersonalizante ni una patología en sí misma, son sujetos de derechos.

Durante la entrevista, Brizzi afirmó que “la obra social habría adelantado un mes de depósito de las facturaciones. Se estarían pagando las facturaciones ingresadas en noviembre. Pero siempre todo es muy disímil. Hay gente que comenzó a cobrar 2020 cuando hay otros que áun les deben meses de 2019”.

La situación de la obra social de los trabajadores del sector público de la Provincia de Buenos Aires, ha sido y es, de la del vaciamiento sistemático que realizan las gestiones sea cual fuere el color político del gobierno. El gobierno bonaerense, hoy en manos de Axel Kicillof, descuenta de forma mensual los aportes a casi 800 mil de afiliados y afiliadas mientras se reducen las prestaciones, las coberturas; sufriendo enormes demoras en los trámites, provisiones y prácticas. Desde la Junta Interna IOMA ATE se han expuesto y denunciado estas irregularidades, que afectan a quienes son los verdaderos dueños de la obra social: trabajadores y afiliados.

“La situación que cristaliza IOMA es la misma que tienen la mayoría de los AT con las demás obras sociales y pre pagas. No ha habido una respuesta favorable para nosotros en reconocer las prestaciones en las instituciones que cerraron por cuarentena, como centros de día y escuelas. Quienes hacen trabajo domiciliario están a merced del corte de cuarentena, solos, viendo si la familia está receptiva a continuar un tratamiento dentro del domicilio o quedarse en casa y buscar alguna de esas alternativas como las videollamadas, pero sabemos que es una respuesta muy clasista. No todo el mundo tiene acceso a internet o wifi, o una computadora que muchos adultos mayores no saben utilizar. No es una alternativa tan real como se intenta mostrar”, agregó.

Esta situación de precarización laboral, histórica en el sector, se complejiza en medio de una epidemia. “Abre un gran interrogante sobre el lugar que ocupamos los AT en salud, salud mental. Cómo damos respuestas en estos momentos de pandemia. Cómo el Estado nos debe un reconocimiento legal muy importante a nivel provincial y nacional. Y vuelve a permitirnos el interrogante de si somos los AT necesarios adentro del Estado, que claramente entendemos que sí”.

Recordemos que los y las acompañantes terapéuticos vienen reclamando un marco regulatorio para quienes ejercen la actividad tanto en el ámbito público como en el privado; quienes trabajan en condiciones de suma precariedad e inestabilidad laboral sumado a la inestabilidad que conlleva esta situación en el tratamiento de sus acompañados. La ley, que fuera presentada y aprobada por las comisiones legislativas pertinentes, habría perdido estado parlamentario. Este es uno de los ejes más importantes de las organizaciones que vienen luchando por los derechos laborales de los acompañantes como profesionales y trabajadores, como Copat.

El gobierno de Kicillof ha mantenido reuniones con empresarios de diversos sectores, “preocupados” por la situación “agobiante” que están pasando. La moneda siempre cae para el mismo lado. Bajo la excusa de la pandemia, hay un ataque hacia los trabajadores con el aval de la burocracia sindical, esta situación no escapa a ningún sector; así quedan expuestas las condiciones de precariedad en que están resistiendo los “esenciales”.
Es momento de organizarse junto a otros sectores precarizados de la salud como residentes, becados, etc, para unificar los reclamos y exigir al Estado provincial, que mucho más necesario aún, en un momento de crisis sanitaria, económica y social, se vuelven las condiciones de trabajo formal, que garantice a su vez, la salud pública y de calidad.

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