Acoso sexual y amenazas de muerte: Una nueva denuncia sacude al sindicato de Comercio

Montado sobre una estrafalaria estructura de edificios, sedes, farmacias, clínicas privadas y barra bravas, el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) se ha erigido, desde el comienzo de la conducción del polémico Armando Cavalieri, en uno de esos gremios que han sabido cultivar a lo largo y ancho del país una pesada cosecha de denuncias por acoso, malversación de fondos, fraude, amenazas, aprietes, y todo tipo de actos ilegales.

 

Desde el padrón con 5.488 personas fallecidas que presentó el sindicato para las elecciones internas, descubierto por el fiscal federal Marcelo Pedro Hernán Martínez de Giorgi luego de numerosos allanamientos en la sede del SEC y en el predio de Parque Norte, hasta el multimillonario fraude con la obra social del gremio, Osecac, por el que se encuentra imputado el secretario general de la seccional de La Plata, Carlos Restivo, pareciera que por el lado de los representantes de los comerciantes no ha quedado delito por cometer.

No obstante ello, la fiscal Liliana Picón no tuvo otra opción que dictar una cautelar sobre un delegado sindical del Sindicato de Empleados de Comercio, quien habría acosado, intentado drogar y amenazado de muerte a cajera de la cadena Easy.

En efecto, Raúl Sedeño, subsecretario de Asuntos Gremiales del sindicato y mano derecha de Armando Cavalieri, fue quien al parecer de la Justicia habría cometido estos delitos. En la denuncia presentada en la fiscalía, se lee que es el integrante del SEC quien “amenazaba a los trabajadores con votarlo o perderían su trabajo. A aquellos que no lo apoyaban les mandaba gente a golpear. Un día me hizo llegar una cadenita con un dije, y me dijo “vos tenés un hijo, fijate lo que hacés. Mejor sentate si no querés que te rompan todos los huesos”, y luego me dijo que si aceptaba ese regalo y tenía una relación con él, no le iba a pasar nada a mis compañeros y yo no iba a tener que trabajar más”.

Más adelante, en la misma denuncia, la víctima agregó que “llegaron a amenazarme dejándome un mensaje que decía que los desaparecidos eran 30 mil, pero que iban a ser 30.001. Me sacaban la ropa interior de adentro del locker y la colgaban en el vestuario. Sedeño le pedía a mis compañeros que me droguen para llevarme a otro lado, no sé para hacerme qué. En medio de las asambleas, les pedía a los amigos que me saquen fotos para después masturbarse pensando en mí. Una de las últimas veces, me dejaron un perro muerto adentro de una bolsa en el locker”.

De este modo, el Juzgado Nacional del Trabajo número 54, en base a la ley de Protección Integral a las Mujeres, ordenó la cautelar sobre el gremialista. Desde las sedes de Capital Federal y de La Plata, donde habitan los polémicos Cavalieri y Restivo, hasta ahora nadie se ha pronunciado al respecto. Como siempre, la estrategia será dejar que el tiempo lo cure todo, hasta los más oscuros delitos. 

Comentá la nota