Advierten la posible pérdida de 400 empleos en Firmat y hay alarma por una crisis regional

Advierten la posible pérdida de 400 empleos en Firmat y hay alarma por una crisis regional

Tras las advertencias gremiales, empresarios de Firmat alertaron sobre “la posibilidad de que se pierdan a la brevedad alrededor de 400 empleos”. “Las consecuencias para los próximos 3 o 4 meses van a ser impredecibles”, señalaron.

La prolongada crisis que golpea al sector metalúrgico en el sur santafesino encendió una luz de alarma en torno al futuro de varios establecimientos fabriles que, de no mejorar su situación, podrían cerrar sus puertas en los próximos meses y provocar una fuerte sangría laboral.

Lo que ya había advertido la UOM, ahora fue vaticinado por un grupo de industriales de Firmat, al advertir sobre “la posibilidad real y concreta” de que luego del período de vacaciones haya fabricas y talleres, especialmente del rubro agropartista, que no puedan retomar sus actividades al verse jaqueados, entre otros factores, por la retracción de las ventas y los altos costos a los que deben hacer frente para mantenerse todavía en pie.

El panorama regional pone en riesgo la continuidad de al menos 400 puestos de trabajo, algo que, de concretarse, no solo sería un fuerte mazazo para las familias afectadas por los despidos, sino también para la economía local y regional que, en gran parte, depende del flujo de dinero que vuelcan al consumo los asalariados metalúrgicos.

En un duro comunicado, difundido por el diario La Capital, industriales firmatenses dejaron al desnudo su cruda realidad y fueron aun más lejos al cuestionar al poder político e incluso a la institución que representa al sector.

Tras reconocer que “hay buenos y malos industriales”, al igual que “buenos y malos empleados”, se mostraron insatisfechos con el accionar de los dirigentes políticos al sostener que “son definitivamente irresponsables e inoperantes”, y “no han sabido estar a la altura de los acontecimientos”.

En esa línea no dudaron en reprochar que “la ignorancia, la incapacidad, la falta de voluntad y las mezquindades de nuestra clase política, que desde hace años viene desoyendo las advertencias y los peligros a los que sus manejos nos conducían, son las cualidades que nos llevaron a desembocar en esta delicada y compleja situación”.

Asimismo se mostraron críticos contra el Centro Económico de Firmat y la Cámara de la Industria local al evaluar con “preocupación como fueron cooptados por la política perdiendo así la representatividad genuina que deberían tener como entidad gremial patronal”.

“Puertas adentro de fábricas y talleres —aseguraron— cada uno de los empresarios conoce cuáles son sus virtudes, defectos, aciertos y errores, pero hay un punto que tiene que quedar muy claro y es que esta etapa crítica que está atravesando la industria no surge como resultado de estos factores”.

Y tras indicar que la “asfixiante presión impositiva local, provincial y nacional donde el tributo de cargas sociales es insoportable y donde estamos sometidos por un sistema financiero agobiante e insostenible, no fue generado por la industria” achacaron que “esta situación fue heredada como consecuencia de una pésima, negligente e irresponsable administración de los recursos del Estado por parte de la política”.

También fustigaron a “la clase política” al considerar que “termina siendo siempre el único sector de nuestra sociedad que sale ilesa de todos los ajustes y las crisis que ella misma provoca mientras que el resto de los sectores sociales, en menor o mayor medida, lo padece”.

En ese sentido advirtieron, entre otras consideraciones, que “nuestro sector no cuenta con más margen para a soportar semejante descalabro económico y financiero” para luego plantear que “esta sangría permanente de recursos que hoy nos afecta será la que, más temprano que tarde, termine afectando también a nuestros trabajadores”.

Además expresaron su convencimiento de que “es fundamental e indispensable tener un canal de diálogo fluido y cordial con los dirigentes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para monitorear permanentemente esta crisis con el objetivo de flexibilizar posiciones y poder evitar males mayores”.

Y tras explicar que “no es intención de este grupo de industriales transmitir angustia o malestar en la sociedad” aclararon que su objetivo es “advertir a toda la clase política (sobre) la posibilidad de que se pierdan a la brevedad alrededor de 400 puestos de trabajo” y que “las consecuencias para los próximos 3 o 4 meses van a ser impredecibles”.

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