Aerolíneas: paro de 24 horas y acusaciones cruzadas entre la empresa y los gremios

Aerolíneas: paro de 24 horas y acusaciones cruzadas entre la empresa y los gremios

Los sindicatos decidieron la medida de fuerza para este lunes. E insisten que la protesta es por un reclamo salarial. El titular de la firma señaló el conflicto es por motivaciones políticas

 

Luego de que la empresa Aerolíneas Argentinas suspendiera el martes a 376 empleados en represalia por las medidas de fuerza tomadas hace unas semanas, los gremios aeronáuticos decidieron un paro de 24 horas para el próximo lunes 26 de noviembre, en lo que será el inicio de la cumbre de líderes del G20.

La protesta fue anunciada ayer por la mañana en una conferencia de prensa que se realizó en el Aeroparque Jorge Newbery. Allí, Rubén Fernández, de la Unión del Personal Superior (UPSA) aseguró que los sindicatos quieren “dialogar y solucionar esto pacíficamente”.

El dirigente avisó, además, que el paro del lunes “es el primer paso, porque vamos a realizar otras medidas”, aclarando que la protesta es por “un tema salarial por incumplimiento del acta firmada el año pasado y por negarse a negociar la actualización de la nueva paritaria”.

Dirigentes aeronáuticos en Aeroparque luego de la conferencia de prensa. Fotos Alfredo Martinez

Poco después, quién habló fue el titular de Aerolíneas, Luis Malvido, quien negó que la empresa no esté cumpliendo con la paritaria, sino que ésta venció en septiembre. E invitó a sentarse a renegociar una nueva paritaria.

Malvido afirmó que detrás del paro dispuesto por los gremios aeronáuticos para el próximo lunes “hay una motivación política”, y definió a Aerolíneas como “una empresa prácticamente quebrada” que tiene que “mes a mes pedir dinero al Estado” para pagar los sueldos.

En declaraciones radiales, Malvido apuntó que “acá hay un grupo de personas, de dirigentes gremiales, que terminan afectando a millones de pasajeros. Pero es gente (los líderes sindicales) que además tiene de rehenes a los empleados, a quienes no les permiten trabajar y hacer lo que les gusta hacer, que es atender a nuestros usuarios”.

La sanción que aplicó Aerolíneas había sido por abandono o retención de tareas durante las medidas de fuerza que paralizaron más de 200 vuelos el 8 de noviembre, según fuentes oficiales.

Los gremios de pilotos (APLA y UALA), así como el personal de tierra agrupado en la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), los técnicos de APTA y la Unión del Personal Superior (UPSA) habían convocado a una asamblea a partir de las 7 de la mañana de aquel día. Eso se transformó en una medida de fuerza de 11 horas de duración, lo que obligó a la compañía a cancelar 258 vuelos, afectando a 30.000 pasajeros.

Las suspensiones fueron comunicadas este martes por telegrama. Son de entre 10 y 15 días, según el nivel de afectación al servicio. “Las sanciones más largas corresponden a quienes hicieron abandono de trabajo”, informó la compañía. Durante ese período, el empleado no cobra el salario correspondiente.

Los empleados suspendidos son de las áreas de Tráfico (mostradores), contact center, rampa, mantenimiento y pilotos. El único sector que quedó afuera son tripulantes de a bordo (antes llamados azafatas), porque ese día no participaron de la asamblea. Los tripulantes hicieron asambleas el viernes 2 y el viernes 16, en ambos casos más acotadas en el tiempo y con un impacto menor sobre la operación, según describieron desde Aerolíneas.

Por su parte, Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas dijo que “el paro mantiene el reclamo original para que paguen el salario, por eso fue la retención de tareas. El salario completo que no ha pagado todavía y la paritaria. Esto de los telegramas es algo que han puesto para cambiar el eje y exacerbar el conflicto”, afirmó.

De esta manera, el sindicalista explicó que la medida de fuerza no se debió a la suspensión de 376 empleados por parte de Aerolíneas Argentinas. “No recibimos ninguna notificación oficial y hasta ayer a la noche no teníamos informado que se haya recibido algún telegrama”, explicó a Clarín un delegado de APLA. Y agregó que las suspensiones “son la excusa de la empresa para escalar el conflicto”.

Además, aseguró que el reclamo sigue siendo “por el incumplimiento del acuerdo paritario 2017-2018 (cláusula gatillo y otros ítems que no pagaron) y porque a un mes y medio de haber vencido este acuerdo la empresa todavía no hizo ni una sola oferta salarial seria para acordar la pauta octubre 2018- septiembre 2019”.

El evidente endurecimiento de la empresa, y las reacciones no menos duras de los gremios permite suponer que no será un verano tranquilo para los pasajeros que quieran volar por la aerolínea de bandera.

 

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