Como estaba previsto, ayer por la mañana se desarrolló la audiencia conciliatoria entre el Departamento Ejecutivo y el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Azul, que había sido convocada por la delegación local del Ministerio de Trabajo ante la denuncia del gremio por la falta de pago de las horas extras a trabajadores del relleno sanitario y del cementerio.

En el encuentro no arrojó ningún acuerdo ante la negativa del Ejecutivo de abonar esas horas correspondientes a junio, con el argumento de que los empleados de esos sectores no las cumplieron por estar realizando en ese momento retención de tareas por no contar con la ropa de trabajo correspondiente.

Esto fue rebatido por la representación gremial, al sostener que “es de fácil comprobación el cumplimiento de las mismas”, además de advertir en el transcurso de la audiencia que el secretario de Gobierno, Federico Saldaño, confirmó semanas atrás que el pago debía efectivizarse.

Así las cosas, sin conciliación posible por la diferencia de posturas marcadas, las partes quedaron liberadas. En ese contexto, desde el gremio dejaron constancia de que se reservan el derecho de adoptar medidas de acción directa si los trabajadores en la asamblea, que se realizará el lunes por la mañana, así lo deciden.

 “Deberían leer la ley e instruirse” 

 Al término de la audiencia de ayer Rubén Rodríguez, Miguel Burgos y Sergio Pacheco -secretarios General, Gremial y de Finanzas respectivamente- hablaron con este diario para marcar en primer lugar su disconformidad por la decisión del Ejecutivo de enviar al encuentro al director de Recursos Humanos, David Torres, quien según comentaron “es un muchacho que no tiene poder de decisión alguno” y sólo fue con las instrucciones de mantener la postura de no pagar las horas extras reclamadas. “El solamente lleva lo que le dicen otros funcionarios que diga”, añadieron y sostuvieron que “no estamos de acuerdo que este tipo de funcionarios concurran a las audiencias que son de conciliación, porque no puede resolver absolutamente nada”.

Yendo luego al reclamo específico que el gremio llevó al Ministerio, explicaron que “fuimos porque el Ejecutivo no pagó las horas extras que corresponden al período en el que hicimos retención de tareas en el cementerio y en el relleno sanitario”.

Inmediatamente advirtieron que el pago corresponde porque esos dos sectores “estuvieron abiertos y la gente hizo retención de tareas pero trabajó. La prueba está que se hicieron todas las tareas administrativas, recibieron a los fallecidos y los pusieron en depósito. Lo único que no hicieron fue enterrar por dos o tres días. Y en el relleno se da una situación similar: la basura ingresó, hubo trabajo de serenía y demás”.

No obstante esto, el argumento del Ejecutivo es que “los trabajadores estaban de paro. Y no es así. Si hubiésemos estado de paro, no se hubiesen abierto esos sectores”.

“Hicimos retención de tareas porque no teníamos la ropa. Deberían leer la ley de Contrato de Trabajo e instruirse un poco más estos funcionarios inútiles que tenemos”, añadieron.

 “No se puede dialogar” 

 Advirtieron además que si efectivamente hubiesen hecho paro debería verse reflejado en los recibos de sueldo con el descuento del día y del presentismo, cuestión que no sucedió. Por esto, remarcaron que el propio Ejecutivo “nos está dando la razón de que no se hizo paro”.

No sólo esto, sino que comentaron también que “de las 12 personas que trabajan en el cementerio, le pagaron todo lo que corresponde a una sola, y vaya casualidad que ese al que le pagan es del STMA”, el sindicato liderado por Omar Varela.

Sobre esta situación, fue Burgos el que fiel a su estilo apuntó que “la visión de esta inequidad la comparte el propio Saldaño con nosotros, pero como el secretario de Gobierno es como el mate cocido que no hace ni bien ni mal, no vale lo que dice. Además, es como boleadora de marlo: no pesa nada”.

Los tres dirigentes coincidieron luego en subrayar que “todos se hacen los distraídos” ante la falta de pago de las horas y los argumentos esgrimidos por el Ejecutivo. “Se echan la culpa unos a otros. Dicen que la responsabilidad es de Juan Suparo, un pobre funcionario; Suparo le echa la culpa a Ponce, que es asesor en el relleno sanitario; Ponce le echa la culpa a Bolpe y así se pasan la pelota de unos a otros. Y en el medio está la gente”.

Por todo esto aseguraron que mientras siguen en alerta y movilización, “estamos decididos a tomar las medidas que tengamos que tomar y hacer una asamblea con la gente. Vamos a pelear porque es la única que nos queda, porque con este Ejecutivo no se puede dialogar”.

Es más, comentaron que “la gente del propio Ministerio está sorprendida porque a las audiencias de EFASA, que si bien es un problema grave y está bien que lo tomen en cuenta, van Saldaño y otros funcionarios, mientras que a una audiencia que tienen con los propios trabajadores municipales mandan a un cuatro de copas. Hacen esfuerzos por resolver problemas de otros, que está bien que se ocupen, pero no para los propios”.

Por último, los gremialistas agregaron que entre esas medidas “podemos llegar a hacer otra vez retención de tareas o puede haber un paro. Estamos en libertad de hacerlo porque dimos todos los pasos administrativos que corresponden y no obtuvimos respuestas. Pero eso será decisión de los trabajadores en la asamblea que vamos a hacer el lunes”.