Un agente fue a espiar a Diego Santilli y se sacó una foto con él para “disimular”

Un agente fue a espiar a Diego Santilli y se sacó una foto con él para “disimular”

Se trata de Emiliano Matta, quien fue citado a declarar en la comisión bicameral permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia

Se llama Emiliano Matta y es uno de los agentes de la AFI que está imputado en la causa por espionaje ilegal en la causa de Lomas de Zamora que investiga el juez Federico Villena. Tan ilógico fue su trabajo que, siguiendo al entonces ministro de Seguridad porteño Diego Santilli, el espía aprovechó el encuentro con vecinos para pedirle una foto juntos. Y así el hoy vicejefe de Gobierno porteño quedó registrado posando con el espía que lo estaba vigilando.

Su hermano, Guillermo, también entró a la AFI y pertenecía al mismo grupo que estaba bajo el ala de Alan Ruiz, el jefe de Operaciones Especiales de la AFI que quedó preso el sábado pasado en una causa paralela, la que investiga el espionaje al Instituto Patria y a la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Para este lunes fue citado a la comisión bicameral permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia.

Emiliano Matta -”el Gordo”, como le decían algunos de sus compañeros- había estudiado periodismo, según pudo saber Infobae. “Era el que le hacía todos los deberes a Alan Ruiz”, aseguró Jorge “El Turco” Sáez, uno de los agentes que también está imputado en la causa.

Lo describió como un “bocho” en informática. Vale aclarar que el propio Saez, de 61 años, con pasado de penitenciario y policía de la Ciudad, explicó a los legisladores ante los que declaró que él lo veía así porque su tarea siempre fue la calle y él no sabía ni escribir en la computadora. “Le decían: che, ¿dónde vive Cristina?”, y este enseguida le mandaba. Parecía como que el tipo tenía todo, ese Emiliano Matta”, afirmó.

En esa descripción ante los legisladores, Sáez dio detalles de cómo se hizo el seguimiento a Diego Santilli, al que le decían “El Pibe”. La carpeta sobre la vigilancia que le hicieron al vicejefe de Gobierno porteño fue detallada en una nota de Infobae la semana pasada, junto a los seguimientos que le hicieron a Nicolás Massot, Emililo Monzó y el matrimonio de Graciela Camaño y Luis Barrionuevo.

Pero lo que llamó la atención en el caso de Santilli fue lo que dejó plasmado el testimonio de Saez sobre uno de los seguimientos. “Ya estaba con su grupete operándolo a Santilli y contaban como en chiste que Emiliano Matta fue a la casa de Diego Santilli y cuando sale, se lo encuentra de frente. Y el estúpido, como agente, porque van a espiar un tipo y tocan el timbre, se saca una foto con Santilli”.

“¿Qué tal, doctor? ¿Me dejaría sacarme una foto con usted?”, le dijo. “Lo hace para que no sospeche... Se saca una foto el agente orgánico con Santilli. Un trapo, un trapo”, contaba Sáez el jueves pasado en el anexo del Senado.

En ese contexto, Saez dio detalles sobre Martín Terra, el ex marido de Analia Maiorana trabajaba en la AFI y cómo, a espaldas de Ruiz, le avisaron a Santilli que lo estaban siguiendo. El propio Terra confirmó este fin de semana a la revista Noticias que trabajó en la AFI pero afirmó que no conoce a Ruiz y que es “todo una pelotudez” que lo vinculen a este caso. Precisó que ya habló con la madre de sus hijos y su pareja y “está todo bien” con ambos porque saben que no tiene nada que ver.

Santilli dialoga con Rodríguez Larreta en la apertura de sesiones ordinarias de este año (Adrián Escandar)

En un tramo de su relato, Saez afirmó, en base a palabras de Alan Ruiz que a Santilli “le había bajado el pulgar el uno, que para él era Macri; el cinco, que era Gustavo Arribas; y la ocho (Silvia Majdalani). Él decía eso. A nosotros nos decía eso”.

Fue en 2018 cuando Alan Ruiz le dijo: “Vos tenés que seguir a Santilli”. Sáez es policía de la Metropolitana, al igual que Leandro Araque, el agente al que le encontraron material clave en uno de sus teléfonos. Junto al abogado-espía Facundo Melo, los tres habían conformado un grupo propio en donde criticaban a Ruiz, que era su jefe y trataban de no esquivar sus órdenes. Cuando apareció el espionaje a Santilli, Melo -defensor en la causa de Independiente- contactó al abogado Daniel Llermanos, que representa a Hugo y Pablo Moyano, para poder conseguir una reunión con Santilli. “Por lo menos lo vamos a poner pillo, que tenga cuidado, que lo están caminando a este pobre hombre”, dijo Melo.

“Che, mirá que te están caminando. Mirá: este, este, este”, le advirtió Melo. “Hasta el audio creo que le llevó”, dijo Saez. El audio es la grabación que le habían hecho a Alan Ruiz de manera escondida en donde se lo oía al director de Operaciones Especiales hablando del nivel de gastos del vicejefe de Gobierno pero también confesando cómo operaban.

“‘Pero (esto) hablalo con Macri’ le dijo Facundo (Melo), ‘No lo vas a hablar con Silvia (Majdalani), porque nos va a romper el culo en mil pedazos'. ‘No, no. Quedate tranquilo”. A la semana lo llama Alan Ruiz y ahí se pudrió todo”., recordó Saez ante legisladores. Melo terminó echado y Saez y Araque dejaron de ser operativos para el grupo. Se enteraban, sin embargo, de algunas de las cosas que hacían porque siguieron perteneciendo al grupo de chat “SuperMarioBross”, donde los espías subían los seguimientos que hacían, con un excel sobre las escuchas a presos k incluidos. Ahí siguió Emiliano Matta.

Matta también aparece en el seguimiento que le mostraron al ex intendente de La Plata Pablo Bruera, tal como lo muestra el organigrama que le exhibieron a esta víctima y que publicó Infobae. En ese caso aparece involucrado Alex Campbell, el ex subsecretario de Asuntos Municipales de Buenos Aires del gobierno de María Eugenia Vidal.

El que se encargó de armar la carpeta sobre Bruera en mayo de 2018 fue Matta. “Así quedó la carpeta, amigo, ahora por el obispo”, revelan los chats con Araque. El obispo era Jorge Lugones, que ocupaba la presidencia de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cepas) y que unos meses después incomodaría a Vidal en una cena en Mar del Plata diciéndole: “Están bien los verbos ‘estar’ y ‘hacer’, pero me parece que falta el sentir y la sensibilidad social”.

La misión de esos espías, entre los que estaba Matta, era saber los Lugones –el obispo y su hermano Luis, un dirigente del PJ-, junto a su sobrino Bruera, estaban buscando consolidar un frente político monitoreado y respaldado por el papa Francisco, con llegada a los movimientos sociales. Por eso averiguaron todos sus movimientos migratorios y financieros.

El juez Villena investiga a una organización integrada por miembros de distintas agencias de seguridad, como son la Agencia Federal de Inteligencia, Policía de la Ciudad de Buenos Aires y el Servicio Penitenciario Federal, abogados y funcionarios de otros poderes del Estado, cuyo fin sería realizar distintas actividades en violación a la Ley 25.520. Una parte de esa asociación ilícita se dedicaba al espionaje de políticos de Cambiemos y la oposición, a jueces, periodistas, religiosos y gremialiastas. Pero otra parte del expediente apunta a cómo se habría monitoreado a detenidos ligados al kirchnerismo.

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