Se agudiza la presión de los gremios industriales para marchar contra Macri

Se agudiza la presión de los gremios industriales para marchar contra Macri

Los representantes del sector pedirán a la CGT endurecer el reclamo por los despidos; la central se reúne mañana

 

 

 La reunión de la CGT prevista para mañana abrirá formalmente el año gremial y podría terminar con la convocatoria a una marcha contra el Gobierno. Sería la primera desde que la central se unificó en agosto pasado y la segunda desde que Mauricio Macri es presidente.

Eso es lo que esperan los representantes de los gremios industriales, los más afectados por los despidos y las suspensiones del último año, y los más molestos con los empresarios que rompieron el compromiso de evitar las cesantías hasta el 1° de marzo.

Los jefes de los gráficos, metalúrgicos, ceramistas, trabajadores del cuero y del calzado y del personal jerárquico de energía se reunieron ayer en la CGT para delinear la postura común que llevarán mañana a la cita del consejo directivo. Eran 14 sindicatos en total. Por los metalúrgicos de la UOM, los más afectados por la caída de la actividad y los despidos, estuvieron Francisco "Barba" Gutiérrez y Abel Furlán en representación de Antonio Caló.

Según Caló, desde 2016, la UOM sufrió 9000 despidos y 14.000 suspensiones. Caló es uno de los gremialistas que abiertamente denuncia -aunque sólo de palabra- el incumplimiento del pacto antidespidos sellado con el Gobierno y los empresarios en la mesa de diálogo que tuvo su última edición en noviembre de 2016.

No es el único. La semana pasada, después de compartir un asado en Mar del Plata, el triunvirato que conduce la CGT cargó fuerte contra los empresarios por no cumplir con aquel compromiso. Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña advirtieron además que "la tensión social está aumentando", y no descartaron iniciar un plan de lucha contra el Gobierno, aunque evitaron las precisiones que, se espera, surjan de la cumbre de mañana.

"La queja es unánime. No hay un solo sector industrial que no tenga problemas serios por la apertura de las importaciones, los despidos y la caída del consumo", sintetizó ante LA NACION uno de los secretarios generales que participó ayer de la reunión en Azopardo.

En la CGT el enojo con Macri está en alza. Los triunviros le achacan falta de decisión y voluntad política para "ponerles un freno a los empresarios", además de querer sostener una mesa de diálogo que, según ellos, ha demostrado ser inútil. "No cumplieron ni con no despedir ni con pagar el bono a fin de año. Seguir participando de un diálogo de sordos no tiene sentido", reflexionó otro jefe gremial.

A ese enojo se suma otro casi estacional: el de la presión oficial para que las paritarias no cierren más allá del 20 por ciento. Ese techo y la pretensión de que las subas no contemplen las pérdidas del año pasado frente a la inflación ya fueron rechazadas por el triunvirato y por los gremios.

¿Tiene hoy la CGT espalda suficiente y voluntad de ir al paro? En la central, la mayoría cree que no, que la huelga no es hoy una alternativa. Pero evalúan opciones. Hasta anoche sonaban básicamente dos: un documento con "duras advertencias" al Gobierno y una movilización, la reacción que empujan los industriales.

Si la CGT convocara a una marcha sería la segunda de la era Macri. La primera fue el 29 de abril pasado y reunió a todas las facciones del entonces atomizado mundo sindical: las CGT de Caló, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, y las CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli. Fue una concentración masiva con la reforma de Ganancias y los despidos como reclamos centrales.

Por lo pronto, la UOM decidió movilizarse por su cuenta, más allá de lo que mañana decida la cúpula de la CGT, para reclamar por la pérdida de puestos de trabajo. El gremio marchará a los ministerios de Trabajo y Producción el 14 de este mes, el día que vence la conciliación obligatoria dictada por los 250 despidos en la fábrica de computadoras Banghó.

Los gremios industriales ya afinaron su discurso. La pelota quedó del lado del triunvirato y su mesa chica.

Otra paritaria perforó el techo oficial

La intención del Gobierno de que los aumentos salariales ronden el 20% sufrió un nuevo golpe. El sindicato del seguro acordó una suba de 35%, en dos tramos para este año. El pacto con la Asociación de Sociedades de Capitalización y Ahorro, una de las tres cámaras del sector, prevé un ajuste del 20% hasta junio y otro de 15% en diciembre. Además, se discutieron cambios al convenio laboral, como la incorporación de nuevas funciones y la figura del viático. Aunque la cámara con la que se selló la suba es la minoritaria (concentra al 20% de los afiliados al gremio), marca el camino de lo que luego se negociará con las otras dos. "Es difícil prever la escalada inflacionaria de este año, pero el acuerdo intentó proteger el poder adquisitivo de los trabajadores", evaluó el jefe del gremio, Jorge Sola.

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