ALEARA: “La inversión en el juego debe ser privada, con un fuerte control del Estado”

El Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar de la Argentina (ALEARA) expresó su rechazo a la posibilidad de avanzar en la estatización de las salas de juego en la Provincia de Buenos Aires y afirmó que los trabajadores “quieren seguir perteneciendoal sector privado y no les interesa pasar a ser empleados públicos”.
En el marco del “Foro de Políticas de Estado y Juego en la Provincia de Buenos Aires”, organizado en la ciudad de Mar del Plata y convocado por el vicegobernador Gabriel Mariotto, el secretario Gremial de ALEARA, Ariel Fassione, manifestó la posición del gremio y sostuvo que “las inversiones y el riesgo empresario en el sector del juego deben correr por cuenta de actores privados, con una permanente y fuerte presencia del Estado que controle y regule la actividad”.

“Así viene funcionando el juego, que en nuestro país es una de las pocas actividades absolutamente controladas y reguladas por el Estado. Pero no imaginamos a este sector funcionando de otra manera. ¿Qué dirían los ciudadanos si el Estado invirtiera el dinero de sus impuestos, por ejemplo, en nuevas tecnologías para las salas de juego o en máquinas tragamonedas? Eso sería impensable. Esa es una función que deben desarrollar los empresarios privados, con el correspondiente control del Estado”, remarcó Fassione.

También puso de relieve la “preocupación” que existe entre los trabajadores del sector ante la mera posibilidad de una estatización de las salas de juego. “Nosotros traemos a este Foro la gran preocupación de los 16.000 trabajadores del sector de la provincia de Buenos Aires, que no quieren ser trabajadores estatales. Saben bien que ante cualquier crisis en el Estado, la variable de ajuste es el sueldo. Y no quieren que les congelen los salarios o cobrar los haberes en cuotas. Nosotros defendemos su posición”, argumentó.

Remarcó también que “los trabajadores necesitan previsibilidad y estabilidad en sus fuentes de trabajo. Hoy su Sindicato sostiene los Convenios Colectivos de Trabajo firmados con las distintas empresas. Y eso les da tranquilidad. ¿Qué pasaría con todo eso en caso de una eventual estatización? Además, una situación de ese tipo generaría juicios millonarios contra el Estado de parte de los privados. Y esa deuda, al final, seguramente la terminarían pagando los trabajadores”.

“Estas discusiones son interesantes y estamos a favor del diálogo, no del discurso único y la imposición de las ideas por la fuerza. Pero en el tema del juego hay muchos improvisados que repiten cosas sin sentido o que pretenden transportar modelos de otros países al nuestro”, añadió el secretario Gremial de ALEARA

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