Aliado estratégico de los poderosos: Rosenkrantz, el liberal de Yale que mira bien dónde dibuja su firma

Aliado estratégico de los poderosos: Rosenkrantz, el liberal de Yale que mira bien dónde dibuja su firma

Cercano al radicalismo, Grupo Clarín y a Mauricio Macri, Carlos Rosenkrantz reemplazará a Ricardo Lorenzetti y tendrá a su cargo la presidencia de la Corte Suprema de Justicia. Lejos de ser la pata judicial del imperio de Héctor Magnetto, su afinidad con los poderosos es más peligrosa que la de un empleado encubierto: lo hace por convicción y nadie dibuja su firma en un papel que él no haya leído antes. Según la abogada Graciana Peñafort, el jurista no es ningún improvisado y encarna a un liberal que no cree en los derechos económicos ni sociales, pero sí, y religiosamente, en lo que yace en la letra chica de cualquier contrato.

 

 

A medida de las posiciones más conservadoras, no presta atención a las sugerencias de los organismos de derechos humanos y promueve el 2x1 que generó tanta indignación en las calles. Para él, juez y sociedad son asuntos separados y el humor social no entra al hermetismo de su despacho. La única palabra santa son los contratos: lo que que fue acordado debe ser cumplido.

Salió de la Universidad de Buenos Aires pero exhibe con mayor orgullo su magíster en Derecho de la prestigiosa Yale, palacio del conocimiento fundado hace 317 años en New Haven, Connecticut. En Estados Unidos cultivó una vocación por defender los derechos individuales pero alterado por el liberalismo de las academias norteamericanas. En ese sentido, lo económico y lo social no son litigables para el jurista.

Más que una puerta abierta al poder, el nuevo juez encarna una mente abierta a recibirlo y otorgarlo. Contará con el escudo de Clarín para hacer caso omiso a los derechos sociales. En ese sentido, mantendría la postura de los magistrados anteriores en la causa de Milagro Sala.

Cree en aumentar las facultades de los fiscales y no le gustan las cámaras ni el barro político, aunque es una condición inherente al sillón que ahora ocupa. Ve al peronismo como un peligro a la independencia de los tres poderes y no le gusta cuando el candidato es más importante que la institución que maneja. Defensor ideológico del grupo Clarín y elegido en un decretazo de Macri y posteriormente, en el Senado, configura un nuevo orden judicial que aún se desconoce como funcionará.

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