Luego del paro general del lunes, la reapertura de negociaciones salariales corre en dinámica paralela al recambio de la CGT para agosto. Desde la aceptación formal de la Casa Rosada en cuanto a que el techo paritario 15% quedó a nivel de medianera inconclusa, el sindicato de Alimentación pactó el 24% con cláusulas de revisión, en el rango de lo que pactaron los Camioneros de Hugo Moyano en el 25% y la Asociación Bancaria de Sergio Palazzo, que el viernes llegó al guarismo de 24,43%, con el adicional de 5 puntos a partir del mes que viene. Las organizaciones de rubros de producción consideran indispensable tener comando propio en la futura central de Azopardo.

Desde el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA) su titular Rodolfo Daer consideró: "el acuerdo paritario que firmamos es del 24%. No es lo ideal, es lo posible". El hermano del triunviro (Héctor) aclaró que las empresas pagarán además un 1,5% extra por la paritaria vencida el 30 de abril por la diferencia de inflación que hubo en el período en el que estuvo vigente dicho acuerdo.

El detalle de lo firmado contempla un alza del 11,2% en mayo; 7% en octubre; y 6% enero, más dos cláusulas de revisión en el primer mes de 2019 y en marzo. Al analizar el contexto laboral, en declaraciones a radio La Patriada, Daer ratificó la sensación que comparte con otros dirigentes industriales lejos de cualquier certeza o dato positivo. "Hacia adelante existe mucha incertidumbre, dado que el plan económico del Gobierno de Mauricio Macri no apunta al desarrollo productivo sino que alimenta la especulación financiera".

En el mismo sentido de lo que economistas que asesoran a sindicatos le remarcaron a BAE Negocios, en Alimentación consideran que la gigantesca caída del consumo y baja de la producción complicarán incluso la recaudación impositiva, alternativa de considerable impacto. Como sus pares de la UOM, Smata, Textiles, Daer consideró que acuerdo con el Fondo Monetario condicionará todo el escenario económico, "donde los únicos beneficiados serán los grandes especuladores".

Ese arco gremial también consideraba ayer en diferentes análisis la pérdida de empleo que denunciaron los metalúrgicos durante la gestión Cambiemos: 28.000 despidos y 22.000 suspensiones resaltó la UOM que lidera Antonio Caló a través de una solicitada donde fustigó el modelo económico. Los vaivenes de la industria automotriz también han sido parte de la desesperanza del los mecánicos que lidera Ricardo Pignanelli, como también la pérdida de labor en la industria textil tampoco es la excepción. Desde la Fundación Pro Tejer le remarcaron a este diario una crítica sostenida desde hace meses respecto a la falta de "política macroeconómica", acotaron que se perdieron 35 mil empleos formales y una cantidad sin contar la merma de labor informal o derivada del empleo registrado en forma directa o indirecta.

Sobre estos datos duros esta falange gremial busca consolidar primacía en la futura CGT, al menos esa es su intención, desde la certeza de que todavía restan dificultades a granel en la industria.