Del agite del 22 de agosto en Plaza de Mayo y en boca del orador y triunviro Juan Carlos Schmid, diciendo que llegado el día del Comité Central Confederal (CCC) se le pondría fecha a un paro, a un mitin blindado en el que no se esperan sobresaltos y mucho menos el llamado a una huelga general. Con este escenario, la CGT debatirá mañana la situación del movimiento obrero.

Casi en calidad de comisarios gremiales y políticos asistirán este martes a la sede de La Fraternidad los históricos jefes sindicalesHugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló. Es decir, la representación máxima de las tres vertientes que conformaron, el año pasado, esta CGT unificada en cabeza de un triunvirato. "Esto es peronismo puro, verticalismo en su máxima expresión", describieron desde un sector. Todo suma, además, para mostrar mayor unidad sindical ya que la CGT cerró filas para que participe el MASA (Movimiento de Acción Sindical Argentino), un espacio gremial confederado que no reconoce la conducción tripartita.

Para lograr esa concordia en el CCC la seguridad estará a cargo de los dueños de casa, es decir de los ferroviarios. "No va a entrar cualquiera, sólo podrán ingresar secretarios generales", apuntaron desde la organización. Sobrevuelan los fantasmas de los chiflidos a la conducción durante el último Plenario en Ferrocarril Oeste, el 28 de julio. Para eso entendieron como un factor determinante sacarle la seguridad a los camioneros que, de la mano de Pablo Moyano, venían manejándola en mitines anteriores.

Paréntesis moyanista. Pablo viene manteniendo una posición dura contra el Gobierno y, por lo tanto, de cruce con sus compañeros cegetistas. No fue a ninguna de las reuniones con Jorge Triaca y se mostró con candidatos de Unidad Ciudadana. Es un incógnita si hablará mañana. En tanto, su hermano Facundo en principio no participaría. Si situación es entreverada: no maneja más el gremio de los peajes, pero sigue siendo el secretario de Cultura de la CGT. Finalmente Hugo, con los temas OCA y AFA como vasos comunicantes con Mauricio Macri. Aunque con el Presidente no se hablan directamente sí lo hacen a través de sus hombres de confianza: Daniel Angelici y Chiqui Tapia, que en estos momentos se están disputando espacio de poder y no hay buena sintonía.

Por lo que supo este diario en estas últimas horas hubo llamados desde las más altas esferas del ministerio de Trabajo para darles a entender que el camino del diálogo consensuado continúa (en vistas a las reformas laboral y tributaria, además de cambios en los regímenes de la seguridad social) y que "siempre es mejor tener a la CGT de interlocutora que a gremios de izquierda".

Claro está, no todo será color de rosa durante los discursos en La Fraternidad: "Puede haber exposiciones críticas al Gobierno, pero nadie se adueñará de la palabra", contaron a Clarín desde un gremio. La definición interpela la historia reciente del Plenario de Ferro: aquel día el secretario general de uno de los cinco gremios de la Anses, Leonardo Fabre, criticó muy duro a la conducción.