Amplio malestar entre los estatales por la eliminación de la ayuda escolar doble

Amplio malestar entre los estatales por la eliminación de la ayuda escolar doble

Comenzó el pago a los empleados públicos y muchos levantaron el grito al cielo contra el gobernador Insfran, mentor de la medida avalada por los diputados provinciales oficialistas. La misma manifestación, tuvieron contra la conducta complaciente y cándida del ala sindical funcional al quinto piso.

La modificada ley 1646 sobre el Régimen de Asignaciones Familiares, fue modificada en diciembre y en su texto desaparece la asignación por esposa y la doble escolaridad, además de la ayuda para familia numerosa y la escolar para el terciario.

A fines del año pasado, cuando Insfran confirmó el pago de un bono de 2.000 pesos, también anunció un aumento en la Asignación Familiar, pasando de 902 a 1.103 pesos, un incremento del orden del 22,28%. También elevó la Asignación por Hijo con Capacidades Diferentes y determinó que pasarán de 1.804 a 3.597 pesos, un incremento del orden del 100%. Mientras, la Asignación de Ayuda Escolar, que comenzó a percibirse a partir de febrero de, pasó de 600 a 923 pesos, un aumento en el orden del 54%.

Sin embargo, los aumentos resultaron insuficientes para detener o morigerar el desánimo de los estatales provinciales ahora, al comprobar cómo se compuso su sueldo de enero.

Muchos sintieron la ausencia de los poco de más de un mil pesos por cada hijo en edad escolar, al considerarlos claves en esta parte del año, cuando la adquisición de los útiles demanda gastos muy importantes.

“Quisiera saber quién asesora a Gildo o, en todo caso, que justificativos lo anima para tomar este tipo de decisiones que van totalmente en contra de los trabajadores que dice defender”, opinó una mujer que trabaja en la Caja de Previsión Social, hace más de veinte años, es viuda y debe mantener a sus cuatro hijos, en diferentes etapas de la vida de estudios formales.

“Pienso en el bono y siento, en medio de muchísima bronca, que fue una tomada de pelo: lo que nos dio por una ventanilla nos sacó por la otra”, amplió.

A su lado, un abogado que se desempeña en la Fiscalía de Estado, intento guardar la forma, pero enseguida, el enojo lo desbordó y terminó exponiéndolo: “La complicidad o dependencia legislativa es una vergüenza; son unos ratones a sueldo; esos no están para pensar, sino para levantar la mano o mantenerla sobre las piernas; Gildo mantiene un verdadero ejercito de obsecuentes en todos los poderes y muchas veces sus decisiones están llenas de burlas y un desinterés que sólo exhibe su gran insensibilidad”, parafraseó.

También le dedicó un tiempo al sindicalismo: “Pero del mismo modo, la connivencia de los pseudos gremialistas es alarmante; la gente debería abandonar, en masa, a los gremios que dicen defender al trabajador. Sólo piensan en sus intereses y para ello negocian a espaldas de los trabajadores”, consideró.

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