Distintos dirigentes del ámbito gremial de Córdoba respondieron ayer a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que el martes le había reclamado al movimiento obrero “racionalidad” y “sensatez” para eludir conflictos gremiales que “terminan tomando de rehenes a personas sin trabajo”.

Las opiniones locales están muy alineadas con la postura que asumió la Confederación General del Trabajo (CGT) a nivel nacional, a través del gremialista Omar Plaini, mano derecha de Hugo Moyano.

Plaini sostuvo que el “movimiento obrero en estos ocho años ha sido totalmente racional”, que “nadie se debe molestar” por el llamado a bajar la “conflictividad”, y expresó que de la paz social “todos son responsables: el Gobierno, los empresarios y los trabajadores”.

En ese marco, el candidato radical a la gobernación de Córdoba, Oscar Aguad, terció en el tema y sostuvo: “Somos rehenes de los sindicatos”. Lo hizo en referencia a las protestas del Sindicato de Luz y Fuerza en Epec y consideró “inadmisible que el Estado sea rehén de los sindicatos”, a la vez que acusó a José Manuel de la Sota, Juan Schiaretti y Luis Juez de haber nombrado 70 mil empleados en una década, en la Provincia y la Municipalidad de Córdoba.

Por su parte, Omar Dragún, titular de la CGT Regional Córdoba, consideró que el reclamo no tiene “demasiado sentido” ya que entiende que los pedidos de aumento salarial de los últimos años “han sido más que racionales”. Por lo que estimó prudente la mejora de un 31 por ciento sobre una inflación, que según señaló estiman los empresarios es del 27 por ciento: “Yo creo que reconocer cuatro puntos en una etapa de crecimiento nos parece prudente”.

“En una etapa de democracia no puede ningún presidente venir a marcar cuáles van a ser las modalidades de reclamo. Más cuando desde el Gobierno se permiten cualquier tipo de acciones, de cualquier sector, por cualquier hecho. Ese tipo de cosas a mí me parecen improcedentes por parte de cualquier autoridad, así sea la Presidenta”, se pronunció Dragún.

En cambio, Mario Viera, secretario general Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburistas (Supeh), que ayer acató la conciliación obligatoria en ese conflicto sectorial, evaluó que el reclamo presidencial “es razonable”.

Aunque Viera, sostuvo que “los empresarios no quieren dar diálogo y nos obligan a los trabajadores a realizar medidas de fuerza”.

Irina Santesteban, titular del gremio de los judiciales (AGEPJ) encuadrado en la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), dijo que apoya a Cristina Fernández, pero consideró “que esta vez se equivocó”.

“Yo la quiero mucho a nuestra Presidenta, pero que les pida a los monopolios que ganen menos plata y distribuyan más y que después nos pida a los trabajadores que protestemos menos. No somos los responsables de todo lo que pasó acá, así que no es a nosotros a quienes nos tiene que pedir mesura”, advirtió.

Santesteban opinó que en los últimos años distintos grupos monopólicos, “la mayoría extranjeros, ganaron fortunas”, y puso como ejemplo las compañías petroleras. “El Gobierno festeja algo que está en manos extranjeras y les dice a los trabajadores que tengan mesura a la hora de los pedidos. Nosotros hemos sido muy mesurados porque deberíamos pedir mucho más”, agregó.

Mientras, el titular del Sindicato de la Alimentación (Stia), Héctor Morcillo, evitó hacer declaraciones, ya que está acatando una conciliación obligatoria por el reclamo salarial que en los últimos días bloqueó por algunas horas la salida de mercadería de las plantas.

Pero destacó que el punto de conflicto es el sector empresario. “Si hay alguien a quién hay que hacerle algún reclamo es al sector empresario, que está ganando cada vez más, ha crecido con ganancias espectaculares y cada vez se niega a compartir más las ganancias”, afirmó.

Este diario intentó buscar una opinión de los integrantes de la otra CGT cordobesa, la diputada nacional Carmen Nebreda, el ex legislador provincial Augusto Varas (UOM) y el titular de Luz y Fuerza Córdoba, Juan Leyría, sin resultados.