Aportes, parientes, negocios: el secretario gremial del INTI, apuntado en la Justicia

Es Francisco Dolmann, que deberá enfrentar un juicio por presunta defraudación. El asegura que es una represalia por su rechazo a los despidos.

 

La Justicia avanza sobre quien es la cara visible por el conflicto desatado a raíz de más de 200 despedidos en el INTI: se trata de Francisco Dolmann, el secretario general de ATE en ese instituto nacional. Desde el juzgado federal 2 en lo correccional y criminal de San Martín confirmaron a Clarín que cerraron la etapa de instrucción de la causa 25034/2014 contra el dirigente sindical por "defraudación a la administración pública" por supuestas irregularidades en manejo de dinero que vinculan a la mutual del INTI (entidad de la que Dolmann es presidente aunque está inactiva) con fondos del propio Instituto durante la era kirchnerista. Salió sorteado el TOF 4 de San Martín que deberá organizar las audiencias, realizar el juicio y dictar sentencia.

Denuncias de trabajadores dieron inicio a un procedimiento administrativo del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) que datan de 2006 y, según consta en la denuncia, empezaron "a sufrir descuentos indebidos en sus recibos de haberes como, por ejemplo, el correspondiente al servicio de ayuda económica mutual" cuando la entidad no cuenta, por estatuto aprobado por el INAES, con esa potestad. Traducido: la Justicia investiga la ruta del dinero por préstamos que la mutual otorgaba a sus afiliados con dinero provisto por el INTI a la par de que cobraba por ese servicio comisiones y gastos administrativos. Por esta causa se allanó en 2016 la mutual y la oficina de RRHH del INTI, de la que se retiraron recibos de sueldos y legajos. Ahora quedó en la puerta del juicio.

Según consta en la resolución del INAES 4325/2015, los veedores de este organismo solamente encontraron en la mutual como "única documentación una copia simple del balance del ejercicio 2013, habiendo resultado imposible poder compulsar movimientos bancarios, económicos o financieros dejando en claro que resulta imposible constatar los descargos" hechos por los denunciantes. También refiere a que "las autoridades (de la mutual) han obstaculizado el debido ejercicio de fiscalización que compete a esta autoridad de aplicación".

Dolmann habló con Clarín y se defendió: "Es una causa muy vieja que la inicia quien era mi adjunta, Mariela Gómez: aceptó un cargo en el organismo por su vínculo con Débora Giorgi y no podía ser defensora de los trabajadores y a la vez funcionaria; pero más allá de ese trasfondo, las denuncias no son ciertas sino que lo inventó por venganza ya que nadie hasta el momento pudo probar algo".

Sigue: "Entiendo que la causa se reactivó a raíz del estado público que tomaron los despidos del INTI con la única intención políticade desvirtuar nuestra lucha".

Otro dato más. En 2011, el gremio logró que el INTI subsidiara los gastos de las camisetas de los jugadores que participaban de un torneo de fútbol: le asignó a través de la disposición 092/2011 "38.060 pesos para atender los gastos derivados de la participación de equipos de fútbol en torneos interinstitucionales". Este subsidio continuó, y según consta en registros actuales, se destinaron hasta diciembre de 2015 por este rubro $ 118.174.

Dolmann aseguró que "es algo habitual que pase en cualquier fundación o mutual que es que recibe subsidios del Estado para desarrollar actividades para la comunidad".

Por lo que reconstruyó este diario, y según cuentan los trabajadores consultados, "estos beneficios se lograron por el buen vínculo con el ex presidente del INTI en la era kirchnerista, Enrique Martínez".

Finalmente, a Dolmann también se lo señala por sus parientes empleados del INTI. En la mutual trabajaba su mujer Soledad Pozzutto, que se encargaba del comedor (en total trabajaban 8 personas). Del INTI son empleados sus hijos Érica, Inés y Facundo, aunque este último fue desvinculado. 

"Haberlo echado fue una venganza de los actuales administradores", se descarga Dolmann. También una hermana y dos sobrinos: Carolina y Carlos Lemme. Dolmann se defiende: "Hace 33 años que entré al INTI y mi padre fue ingeniero durante 40 años. Mi hermana Inés es arquitecta y mis hijos son trabajadores, uno en el área informática y Érica como telefonista en atención al público". Las autoridades del INTI defendieron el rol de Inés Dolmann: "Es una excelente profesional".

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