Un importante funcionario del PRO, cercano al ala peñista del gobierno, declaró que gran parte de la militancia macrista no vio con buenos ojos el modo en que Horacio Rodríguez Larreta entregó lugares a sus socios electorales en la lista oficialista. El pragmatismo del alcalde, que busca obtener una victoria en primera vuelta, generó el malestar entre los macristas.

Las fuentes indicaron que muchos de los militantes del PRO es lo que Santilli dio en llamar “la amplitud del espacio” y consideran que fue “una entrega partidaria a la oposición que siempre nos hizo la guerra”. Adujeron que en los primeros nombres de la lista de legisladores de Juntos por el Cambio hay muchos nombres de personas que fueron muy críticas de la gestión larretista.

Apuntan sobre todo a los espacios cedidos a los radicales y al socialismo de Roy Cortina. Todos apuntan contra la jugada política del jefe de Gobierno y su mesa chica planteando que el PRO perdió poder y vaticinan que en la Legislatura porteña “va a haber 10 minibloques”.  

“Venden a la madre para ser presidente” repiten disconformes desde las bases macristas. “Es vergonzoso, esto no va a quedar así. Va a haber quilombo” aventuraron los más exaltados. Rodríguez Larreta no sólo deberá lidiar con los socios electorales, ahora entre los suyos anida el huevo de la serpiente.