La asunción de un triunvirato sólo marcará una unidad a medias tintas en la CGT

La asunción de un triunvirato sólo marcará una unidad a medias tintas en la CGT

Bajo la mirada del Gobierno, gremios pujan por espacios de poder en la futura central.

 

La cuenta regresiva con miras al próximo viernes y al 22 del corriente, llega con alto voltaje respecto de la unidad de la CGT. Un considerable sector en defensa del triunvirato conformado por Juan Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña. Dos sectores, uno de resistencia tajante, el Movimiento de Acción Sindical (MASA) y otro más dispuesto al diálogo, que encuentra a la Asociación Bancaria y la Corriente Federal-MTA exigiendo participación.

“Un triunvirato es institucionalizar el origen de las diferencias y avalar que continúe la división”, refrendaron desde el MASA tanto Omar Viviani como Sergio Sasia. La apuesta incluye a permanecer en ese bloque, sin conformar una CGT alternativa.

“Un triunvirato es legitimar el origen de las

diferencias”, consideran desde el MASA

“Tenemos que entender que la transición es ahora, y termina el 22 de agosto”, acotan junto a Smata, Luz y Fuerza, Foetra, Personal Legislativo y otros.

Entre quienes avalan el derecho de Sergio Palazzo (AB) a terciar en la futura conducción, Héctor Amichetti (Gráfi cos), Horacio Ghilini (Sadop), Pablo Biró (APLA) y hasta algunos referentes de la UOM proclaman que no se puede perder de vista el modelo neoliberal, flexibilización laboral mediante, que ayer resaltó el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Es un secreto a voces que el Gobierno juega sus cartas en este proceso de reunificación cegetista. Y hay más asperezas.

“Si Venegas no quiere darle la CGT a Massa menos se la queremos dar nosotros a Macri”, bramó ayer Carlos Acuña (Estacioneros- CGT Barrionuevo) en diálogo con el programa Toma y Daca que se emite por Radio del Plata. Allí Acuña también admitió que se trabaja sobre un plan de lucha: “la sociedad está enojada porque transfirieron la plata de los trabajadores a las empresas”.

Los disidentes al triunvirato que bendijeron Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo consideran “no es el momento de documentos. Para nuestro sector la letra que nos motiva es el texto aprobado el 8 de octubre en el predio de APL”, enfatizan en el MASA. Allí entre otras cosas se planteó la necesidad de un debate sobre un proyecto integral, que abarque a la totalidad de los trabajadores con el planteo de alternativas claras. Los ejes principales abarcan educación, salud, desarrollo, inversión energética, capacitación, defensa, reforma tributaria y reivindicación de los jubilados, crear un banco de desarrollo, que habilite el acceso a créditos “no asfixiantes” a las pymes.

Este bloque y la Corriente Federal que respalda a Palazzo, tienen contactos pero también diferencias, ambas partes asumen que la ecuación de acuerdo es complicada, pero no cortaron líneas de análisis.

“Veo una CGT sin cuerpo y sin alma”, sustentó Viviani respecto a lo que se definirá en pocos días más. De la otra vereda disidente, Amichetti y Pablo Biró le remarcaron a este medio que “no les falta coraje para enfrentar lo que viene” y acotaron “está en juego de la defensa de los trabajadores”.

La Corriente Federal-MTA y bancarios también

se oponen a un cuerpo colegiado que los excluya

Entre los jefes gremiales con mejor llegada al Gobierno, se encienden velas para que la Casa Rosada “recuerde” que tiene que cumplir su palabra respecto de la quita de Ganancias y que el Presidente Macri anuncie -a la brevedad- “el pago de unos 2.500 millones de pesos de los 30.000 que se les adeudan al conjunto de las obras sociales sindicales’.

Manta corta para lo que los sindicatos remarcan como promesas incumplidas, horizonte preocupante y realidad concreta para el deterioro del modelo sindical de la mano de una palabra que enciende luces bordó, “flexibilización”, y también incluye al fuero laboral de la Justicia.

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