El titular del Sindicato Único de Profesionales, Trabajadores y Técnicos del IOMA, Idelmar Raúl Seillant, se mostró preocupado ayer por la intención del gobierno de María Eugenia Vidal de no pasar a planta permanente a los auditores médicos contratados, como se les había prometido a principio de año, y acusó a las autoridades de la obra social de tratarse de una medida de castigo, ya que los perjudicados son los que denunciaron casos de corrupción tanto en la administración anterior como en la actual.
Alejandro Chavero, vicepresidente del sindicato mencionado, en diálogo con diario Hoy describió la situación como “muy grave”. “Si los auditores pasan a planta permanente, se reducen las posibilidades para que sean quebradas sus voluntades. Al estar contratados, reina una amenaza latente de ser echados y algunos, para no quedar sin empleo, no investigan como se debe”.
Son alrededor de 300 los auditores que están trabajando de manera irregular. La compleja función que tienen es la de comprobar que se cumplan todos los requisitos para las autorizaciones en la atención de los afiliados. “Verificamos si las prótesis que se dan corresponden; si las internaciones son pertinentes o si las internaciones domiciliarias se hacen o no, ya que en este último ítem las tasas son altas”, detalló Chavero.
En tanto, Seillant afirmó: “No nos echan, pero nos dejan inestables, con contratos de locación de obra o de servicio, en vez de pasarnos a planta”.
Los gremialistas se quejaron, además, de que “nos persiguen, muestran los recibos de sueldo de los auditores que cobran un plus por cumplir una función más específica, y ese listado lo hicieron trascender para generar malestar entre los mismos profesionales. Buscan que renuncien los contratados o los de planta, que cobran unos miserables $17.000”, indicó el vicepresidente del sindicato.
“Venimos trabajando para el cambio real, para eliminar la corrupción estructural dentro del IOMA, y nos perjudican de esta manera”, concluyó Seillant.
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