Mientras el Gobernador, Axel Kicillof, acompaña a Alberto Fernández en su gira por Israel, en el Ministerio de Economía bonaerense se mantienen conversaciones febriles con los bonistas tenedores del bono BP21, con miras a replantear la fecha de vencimiento de capital establecida para el 26 de febrero y llevarla al 1 de mayo, en lo que constituiría un “reperfilamiento”.

La fecha establecida para la aceptación de los bonistas caducó hoy, pero la Provincia extendió otros diez días las conversaciones. Fuentes de Economía le dijeron a INFOCIELO que la complejidad de la negociación tiene que ver con la “dispersión de la tenencia” y las dificultades de contactar a todos los tenedores.

“Sabíamos que no era fácil llegar al 75 por ciento de los acreedores, hoy creemos que alcanzamos casi a la totalidad”, afirmaron. Las conversaciones arrancaron en diciembre y en enero hubo una propuesta formal de reperfilamiento. Desde el primer minuto, la administración Kicillof mostró optimismo y esta tarde explicó por qué.

 “Tenemos la adhesión de una parte importante y seguimos conversando con una parte de los bonistas que dicen entender la situación de la Provincia, pero quieren tiempo para analizar al detalle”, tradujeron. Esto a pesar de que, admiten, se trata de una propuesta simple, por cuanto solo cambian la fecha del vencimiento.

Respecto del comunicado emitido por una parte de los bonistas en las últimas horas, en La Plata sostienen que es importante que no se haya explicitado un “rechazo”, a pesar de que formalmente esa instancia no existe.

La proporción de acreedores que habría aceptado la propuesta tampoco se difunde para no “dar lugar a especulaciones”. “Hay una gran cantidad que ya manifestó aceptación, si sumamos a los que están conversando con nosotros superamos el 75 por ciento”, es todo lo que arriesgan los voceros del Gobierno.

Una parte del planteo conocido este miércoles tiene que ver con que la Provincia muestre un plan integral, que aborde el resto de los vencimientos previstos, que se acercan a los 9 mil millones de dólares en los próximos cuatro años. Para Kicillof y su equipo es imposible: todo depende de cómo evolucione la negociación del BP21 y, más adelante, de cómo maneje la Nación su propia deuda.

“Hay un proceso más allá del vencimiento puntual y estamos trabajando, pero sin pasos formales”, es todo lo que adelantan.

Tampoco hay lugar para especular sobre eventuales incentivos ni quitas en el proceso actual. Y ni siquiera se puede pensar en salir a buscar deuda para pagar los vencimientos, por las condiciones del mercado. Con la moneda en el aire, las chances parecen ser dos: o se logra que el 75 por ciento de los bonistas acepten el reperfilamiento o la Provincia cae en default el 5 de febrero.