El Gobierno consiguió el aire que necesitaba hasta fin de año: el Consejo Directivo de la CGT aprobó el documento firmado la semana pasada en la Mesa de la Producción y el Trabajo, por el que se fijó el pago base de un bono de 2.000 pesos para los trabajadores privados. "Más allá de que las medidas de acción son un poder que tiene el movimiento obrero, lo cierto es que si hay empresarios que no quieren pagar lo que habrá a futuro serán problemas sectoriales", resumió un dirigente a Clarín.

El secretario general, Juan Carlos Schmid, agregó un dato en la conferencia de prensa post mitin: "Hay una importante cantidad de sindicatos confederados que han cerrado y están cerrando bonos cuatro veces superiores a ese valor de referencia".

Se le pidieron ejemplos: "Todo el área de comercio exterior y portuaria marítima, que son 40.000 trabajadores".

Schmid es portuario y sabe de lo que habla: es el titular de gremio Dragado y Balizamiento. Agregó que "sectores del transporte y energéticos también están en esas condiciones".

Con estos antecedentes ahora quedó en puerta el pedido que la CGT llevará a la próxima reunión tripartita -instancia de diálogo que ayer quedó fortalecida y en la que la CGT depositó fuertes expectativas- entre Gobierno, empresarios y trabajadores: que no haya despidos ni suspensiones. Schmid advirtió durante la conferencia de prensa: "Vamos a insistir con este tema porque si hay alguien que no ha puesto el hombro en este proceso es justamente el sector empresario". 

-¿Y el bono para los estatales?

"Hay una negociación en curso y ya hemos manifestado que dependerá de las jurisdicciones y, por lo que nosotros sabemos, ya hay ocho provincias que lo abonarán. Nosotros como CGT queremos que todos lo cobren", apuntó el gremialista.

Todo indica que el tema está frenado. Un dirigente comentó a este diario: "Por un lado están las provincias que se declararon insolventes lo que generará inequidades, y por otro lado tenés el despelote que armaron los de ATE: imaginate que vos Gobierno negociás con la CTA de Pablo Micheli pero tenés un montón de aristas dentro del gremio que no le responden, queda todo en la nada".

El otro punto que aprobó el Consejo Directivo es convocar a una movilización para el 18 de noviembre -en principio sería al Congreso- junto a los movimientos sociales en reclamo de la promulgación de la Ley de Emergencia Social.

"Vamos a marchar a la par, ni adelante, ni atrás", había dicho Schmid el miércoles. Pero lo que es novedoso es que la CGT llevará como bandera el pedido de que se incluya una suerte de ley de Emergencia Laboral que"no permita que haya un despido o una suspensión más" en boca de Schmid. Y aunque Mauricio Macri ya vetó la ley Antidespidos, el cegetista apuntó: "Pagaron un costo político alto que hoy no se ve y más adelante será acumulativo a los errores que vayan cometiendo". 

Pero atenti, como una suerte de reflexión final y ante la pregunta de cómo ve al Gobierno en estos once primeros meses, Schmid dijo: "El balance no es bueno".