Por Diego Lanese

Luego de más de 90 días de lucha, los casi 60 despedidos de la curtiembre Esposito, ubicada en el partido de Avellaneda, comenzarán el 2017 trabajando. Es que la firma decidió reubicar a los empleados que protagonizaron la protesta, que irán a cumplir funciones a las distintas fábricas del grupo. De esta forma se termina un largo conflicto, iniciado en octubre, cuando se produjeron las cesantías. Los trabajadores, con el apoyo del Sindicato de Obreros Curtidores (SOC), estuvieron buena parte del conflicto acampando frente a la sede de la firma, donde recibieron solidaridad de varios gremios y organizaciones políticas y sociales. “Estamos contentos porque salimos con el objetivo de que los compañeros no queden en la calle”, dijo el secretario Adjunto del SOC, Gabriel Navarrete.

Luego de pasar las fiestas de fin de año en el acampa, la Cámara Curtidora asumió el compromiso de reincorporar a los58 despedidos de la firma ubicada en la localidad de Sarandí. Según el SOC, la medida se tomó ante la amenaza de un paro nacional que paralizara toda la actividad del sector. A partir del acuerdo, los empleados deberán ser ubicados en otras plantas de la firma, además de pagarles las sumas adeudadas en estos tres meses. Pese a esto, desde el Sindicato indicaron que no levantarán el acampe que realizan en la puerta de la fábrica hasta tanto los trabajadores cobren sus respectivas indemnizaciones.

“En el caso de las indemnizaciones vamos por los 58 compañeros que tienen que cobrarla como corresponde y por eso vamos a seguir peleando y también por los compañeros que quedaron adentro porque al día de hoy les están debiendo una suma importante de sueldos que quedaron atrasados, además de una parte del aguinaldo y el retroactivo de las paritarias, vamos a hacer todos los pasos legales y ya hicimos todas las presentaciones en el Ministerio de Trabajo, y vamos por todo eso”, explicó Navarrete.

“Estamos contentos porque salimos con el objetivo de que los compañeros no queden en la calle y que puedan llevar todos los días el plato de comida a sus casa” puntualizó el dirigente sindical. El Adjunto del SOC, que integra la Corriente federal de Trabajadores, agregó que “somos una organización gremial combativa, luchadora y que peleamos por los intereses de nuestros compañeros, así que hoy está demostrado nuevamente y gracias a Dios no quedan los compañeros en la calle, y van a tener la oportunidad, como decimos nosotros, de poder llevar el plato de guiso a sus casas”.

La firma Antonio Esposito forma parte del grupo de las principales curtiembres exportadoras del país, y vende sus productos a Alemania, Italia, Brasil y Estados Unidos. También distribuye cueros en todo el país. Posee cuatro establecimientos, todos en la localidad de Sarandí, partido de Avellaneda. En el año 2013, la organización ambientalista Greenpeace difundió el informe “Cueros tóxicos II: Curtiembres. Actualización de evidencias de contaminación en la Cuenca Matanza-Riachuelo” donde se denunciaba que “la empresa no ha cesado de verter en el arroyo Sarandí –en la cuenca del Riachuelo– contaminantes por encima de los valores permitidos por la normativa de ACUMAR, que de por sí es laxa”.

Durante el conflicto, el SOC acusó al Ministerio de Trabajo de no ser parcial, e incluso dispuso una conciliación obligatoria que la empresa no acató, ante lo que la cartera laboral no hizo demasiado. Por eso, para el gremio el conflicto fue “un ejemplo de cómo tomar una lucha en un contexto político adverso, con un Ministerio de Trabajo que no interviene ni pone límites a la patronal”.