El Sr. X y la basura

El Sr. X y la basura

Una extraña e inexplicable costumbre impulsa a algunas personas a llevar de paseo a los residuos en su vehículo

Por Víctor Fratto, Especialista en Áreas Protegidas, Comunicación Estratégica  y Desarrollo Sustentable, para EL CHUBUT

Una mañana cualquiera, una persona, que para el caso vamos a llamar Sr. X,  recoge 3 o 4 bolsas llenas de residuos y las guarda en el baúl del su vehículo. Recorre 2 km por asfalto para luego internarse en un camino de tierra por unos 4 km. Los 2 últimos kilómetros los transita por una huella angosta que termina en un cañadón. El Sr. X desciende del vehículo y deja a un costado del camino las bolsas de basura que transportaba. Hace repetidas maniobras por la angosta huella para dar la vuelta y regresa al lugar de partida. Horas más tarde, y como todos los días, el camión recolector de residuos pasa por la puerta de su casa.

¿Qué pasó por la cabeza del Sr. X para emplear semejante esfuerzo en trasladar la basura a un sitio donde nadie la va a ir a recolectar, gastando innecesariamente combustible, perdiendo tiempo y con el riesgo de pinchar un neumático? Es la gran pregunta que muchos vecinos que transitamos esos caminos en bicicleta, corriendo, caminado o en moto nos hacemos cada vez que encontramos estos minibasurales.

Lo realmente preocupante es que hay muchos Sres. X. Solamente al sur de Puerto Madryn, y en un radio de 3 km encontramos más de 70 sitios donde arrojan basura.

 

Cada punto rojo representa un sitio en el que se arroja basura al sur de la ciudad de Puerto Madryn.

El plástico como denominador común

Los residuos son de diferentes orígenes, desde los provenientes del hogar hasta los de una construcción. Pero si hay un elemento común en casi todos es el plástico. La basura domiciliaria se guarda en bolas de plástico que en su interior contienen más plástico (potes de yogurt, saches de leche, botellas, bolsas y más). Los residuos de obra contienen los nylon de embalaje de ladrillos,  tachos pintura, restos de caños, etc. Acerca del plástico, lo que más solemos escuchar es que tarda siglos en desaparecer. De hecho, si hoy arrojamos una botella en medio del campo, un niño en el año 3.020 es probable que la encuentre.

¿Pero qué sucede si el viento comienza a arrastrar esos plásticos? El final ya lo conocemos. Estamos en Patagonia…la historia termina en el mar. A medida que el sol incida sobre este material, debilitará su estructura, pero también comenzará a emitir gases de efecto invernadero como metano y etileno. En el camino al mar se irá gastando y rompiendo en trozos más pequeños, algunos tan pequeños que se los llama “microplásticos”. Una vez que los microplásticos ingresan, a través de peces, animales terrestres y agua, a la cadena alimentaria, también comienzan a formar parte de nuestra dieta. Sí, estamos comiendo plástico.

Otros contaminantes

Si consideramos que en estos minibasurales también encontramos partes de motores, aceite usada de maquinarias o de la comestible, restos de pinturas, electrodomésticos, latas, animales muertos y otros restos orgánicos, la lista de contaminantes es bastante larga. Por sólo citar algunos, podemos mencionar la presencia de dioxinas, furanos, mercurio, bifenilos policlorados, cromo, cadmio, arsénico, plomo, zinc, manganeso, cobre, antimonio y el níquel. Todos potenciales peligros para la salud humana y del ambiente.

¿Qué hace la Municipalidad?

Desde el municipio se nos ofrecen a los vecinos diferentes alternativas para deshacernos de nuestros residuos de manera segura. La principal es la recolección domiciliaria. Separando en origen (en nuestras casas) lo seco de lo húmedo ya estamos aportando nuestro granito de arena. Es importante recordar que los residuos secos debemos sacarlos sólo los días martes, si el camión pasa por el barrio durante el día o los jueves en aquellas zonas donde pasa de noche. Los electrodomésticos y pilas podemos descartarlos en el Punto Limpio Móvil que actualmente se encuentra los viernes de 15 a 19 sobre la costa, bajada 3. Y por último, los residuos voluminosos como escombros, chatarra, poda, madera, cartón, vidrios y también electrónicos, se pueden llevar al Centro de Recuperación de Residuos Voluminosos que se encuentra sobre la ruta 1, camino a Puerto Pirámides, a 500 metros de la ex Cerámica San Lorenzo.

En estos tiempos en que nos manifestamos tan férreamente en defensa del ambiente, está bueno empezar por casa y ser un poquito más cuidadosos con nuestra ciudad y sus alrededores.

Mientras tanto…si vemos por ahí al Sr. X, podemos contarle que tiene a su alcance una serie de alternativas para disponer de la basura de una forma mucho más segura para él, el ambiente y el resto de la comunidad.

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