Bendición papal para dos “enemigos” declarados del Gobierno macrista

Bendición papal para dos “enemigos” declarados del Gobierno macrista

Uno anunció su oposición a la reforma laboral. La otra renunció a la Procuración presionada por causas judiciales fogoneadas por Cambiemos. El Vaticano los unió.

A pesar del ecumenismo propio de quien encarna el rol de máximo representante de la Iglesia Católica, Francisco es un hombre con opiniones categóricas. A veces las expresa en sus homilías. Otras, con gestos. Y si bien ni al Sumo Pontífice ni al Presidente argentino les gusta referirse a la tensa relación que mantienen ambos mandatarios, dos encuentros amistosos del Papa en menos de 24 horas con enemigos acérrimos de la gestión de Mauricio Macri, hablan por sí solos. Ayer Francisco recibió al dirigente del gremio camionero, Pablo Moyano, quien se manifestó rotundamente en contra de la reforma laboral que impulsa el Gobierno. Y hoy participará de un encuentro internacional organizado por la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales con magistradas de diferentes países, entre las que se destaca la procuradora Alejandra Gils Carbó, cuyo destino quedó sellado tras su renuncia presentada la semana pasada.

"Francisco siempre tiene buena onda con los trabajadores", relató a Ámbito Financiero uno de los asistentes a la audiencia general de los miércoles en la Plaza San Pedro de la ciudad vaticana, en donde el Pontífice destinó quince minutos para recibir a una delegación del sindicato de Camioneros que encabezó Moyano. "Nos saludo muy efusivamente y nos hizo varios guiños que suele hacerle a gente de su confianza para transmitirle apoyo...", interpretó otro de los presentes.

El dirigente de Camioneros estuvo acompañado por Maximiliano Acuña, un joven que perdió ambas piernas en un accidente de trabajo como recolector de residuos, con quien el Papa ya había hablado telefónicamente y se había comprometido a recibirlo. Justamente en su homenaje la Legislatura porteña estableció por ley que el 22 de marzo sea el día de los trabajadores de la actividad, a instancias de un proyecto del legislador de Bien Común, Gustavo Vera, el articulador político con mayor llegada al círculo íntimo del Pontífice.

Según relataron a este diario dos testigos de la conversación, Francisco le preguntó a Pablo por su padre y se interesó particularmente por la situación de los trabajadores argentinos. Antes de regalarle un camión de juguete con el logo de su sindicato, el dirigente -quien también ocupa la Secretaría Gremial de la CGT- le contestó: "Estamos luchando contra la reforma laboral". El propio Moyano había cuestionado públicamente la iniciativa oficial que propone modificaciones sustanciales a las leyes que rigen las relaciones en el mundo del trabajo, con declaraciones muy fuertes: "Nos van a tener que cortar la mano antes de firmar esta ley de reforma para cagar a los trabajadores", vociferó ante cuanto micrófono le pusieron delante.

Hoy los jardines vaticanos serán nuevamente escenario de un encuentro que reunirá a personalidades destacadas del mundo judicial. En esta oportunidad, la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales que dirige el cardenal Marcelo Sánchez Sorondo, anfitrionará a un conjunto de magistradas de reconocimiento internacional para un coloquio sobre trata de personas y crimen organizado. Una de esas presencias será la de la procuradora Alejandra Gils Carbó, quien acaba de presentar su renuncia a la jefatura del Ministerio Público fiscal, en medio de graves cuestionamientos políticos y judiciales. Tal como anticipó este diario la semana pasada, el Papa "podría expresar su deseo de incorporar a Gils Carbó a un cargo internacional, con expreso apoyo del Vaticano".

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