La Bolsa de Mendoza en conflicto por 2 millones de pesos

La Bolsa de Mendoza en conflicto por 2 millones de pesos

Byma absorbió grandes negocios pero no le cedió ON y cheques, especialidad local. La provincia envió un ultimátum.

 

A 2 años de fusionarse con Rosario y concebir el Mercado Argentino de Valores (MAV), parte del nuevo mapa que dibuja la ley de Mercado de Capitales, el Merval mendocino afronta algunos problemas.

Es que Bolsas y Mercados Argentinos (Byma), liderado por la Bolsa de Buenos Aires, había suscripto un convenio de cooperación por el cual se comprometía a absorber operaciones de mayor volumen y cederle a Mendoza negocios “junior”, vinculados a pymes, lo que incumplió. Un conflicto que puede terminar en la Justicia si el mercado porteño no responde a un “ultimátum” emitido el jueves.

El problema no es menor, dado que el Byma detenta 20% de acciones del MAV, y Mendoza, aunque fue miembro fundacional con Rosario y comenzó con 22%, decreció su participación hasta el 5%. En cuanto a números, para Mendoza el reclamo implica hacerse de utilidades por unos $2 millones.

Por eso, transcurrido un tiempo prudencial, el Merval mendocino blanqueó su intención de avanzar con el reclamo más allá del riesgo de una grieta con el principal socio del bloque. Lo hizo en la última reunión de directorio del MAV, el miércoles 29 en Rosario, con un escrito que fue copiado a la Comisión Nacional de Valores como autoridad que entiende en la materia.

“A nosotros nos preocupan los problemas en la articulación con el MAV, dado que hubo incumplimiento de un convenio de especialización por el cual Byma debía hacerse cargo del mercado senior y ceder a Mendoza y Rosario operaciones junior. Hicieron lo primero pero no cedieron nada”, describió Luis Abrego, director del MAV por Mendoza.

Tras el encuentro en Rosario, Abrego adelantó que “la nota que enviamos es la última instancia. Agotada la vía administrativa, creemos que ante un incumplimiento se debe ir a la Justicia, aunque signifique litigar contra un miembro importante de la alianza para hacer respetar un acuerdo”.

En la jerga bursátil, los negocios senior engloban operaciones de grandes empresas (títulos y bonos), en los que se especializa Buenos Aires. Por otra parte, los junior involucran fideicomisos, Obligaciones Negociables (ON) y cheques de pago diferido, instrumentos para pymes habituales del mercado mendocino.

Con aval de la Comisión, MAV nació en 2014 antes que Byma, pero sus caminos terminaron cruzándose. Con un capital inicial de $4 millones que en poco tiempo se duplicó, lo constituyeron el Mervaros rosarino (78% y 50 firmas cotizantes) y el Merval mendocino (22% y 35 empresas).

 

Mendoza fue miembro fundacional pero su participación actual decreció hasta el 5%.

El año pasado se sumó Byma, liderado por la Bolsa porteña, hoy accionista mayoritario con 20%; en su descargo, alega “problemas para traspasar los sistemas” que permitirían a Mendoza hacerse de un buen volumen de cheques de pago diferido.

Hoy el patrimonio total del MAV asciende a $450 millones y supera los 100 accionistas.

Más allá de los cambios estructurales, en términos de posicionamiento en el mercado de capitales claramente Buenos Aires saca ventajas. Mientras para el Byma la cotización de acciones creció 140% en ocho meses hasta llegar a $240, lo del MAV fue más lento, ya que en el mismo lapso trepó a $42, un 40% más que a principios de año.

A propósito, los agentes bursátiles mendocinos parecen estar lejos de las implicancias del conflicto. E incluso relativizan los beneficios de la fusión, que en un principio asomaba como la panacea para un Merval Mendoza con escaso volumen de operaciones (mayormente ON) y hoy más raquítico.

Antes de la fusión con Rosario, la Bolsa mendocina contaba con 37 agentes, 12 de ellos en Ciudad y algunos en Buenos Aires. Ahora operan apenas 3: entre ellas subsisten sólo 2 sociedades como ALYC (Agentes de Liquidación y Compensación). Y solo una para negociación.

Para Alfredo Saieg, de Inverfin, la única sobreviviente como agente de negociación “se perdió autonomía, dado que ya no manejamos los títulos de caja de valores ni el dinero, pero lo más probable es que el mercado de otro modo hubiera desaparecido”.

Sobre la falta de Buenos Aires en transferir negocios junior, según Saieg “estamos preparados para absorber ON simples y fideicomisos, más allá de que los derechos de mercado vayan al MAV. Mientras estamos abocados a nuevos negocios como Lebacs a corto plazo y bonos dolarizados”.

Como una reflexión amarga, otro operador opina que “Mendoza perdió todo, para algunos no quedó ni el logo. De ser un mercado con oficinas locales, a otro escenario con menos personal y estructura”.

Algunos sobrevivientes asumen que no pueden mantenerse a flote sin lo que aporta Byma. Para Cano Bursátil, una de las dos ALYC locales habilitadas, 70% de sus transacciones dependen de Buenos Aires.

“Allí se mueven los títulos nacionales y acciones de mayor liquidez. De todos modos, económicamente tampoco salimos gananciosos en la cotización de las grandes; la ley obliga a mantener una estructura mínima que forzó a varios a salir del negocio”, analizó su titular, Rubén Cano.

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