Del gas a Brasil al problema de los residuos petroleros

Del gas a Brasil al problema de los residuos petroleros

La contradicción del subsidio al shale gas recortado se encontró con la buena noticia de un nuevo mercado para el gas.

Enero profundo, ese páramo que a veces pone a prueba la pericia periodística, en Neuquén no baja de intensidad: por un lado, los estertores de la línea de largada de una campaña que tiene como meta de llegada el 10 de marzo, día de las elecciones provinciales. Y en lo estrictamente petrolero, un puñado de temas que mantienen en vilo a operadoras, funcionarios provinciales (y nacionales) y a los neuquinos que lograron tomar dimensión del impacto que tiene en su día a día el precio del Brent, o de si las empresas suben o bajan el ritmo de sus inversiones.

En ese escenario, dos temas cruciales: la semana termina con una buena noticia para el gas de Vaca Muerta, en medio de los interrogantes que se desprenden del inminente anuncio de los nuevos términos del subsidio a la producción shale.

Es contradictorio. Pero las contradicciones parecen ser inmanentes al desarrollo de la formación no convencional. En la cuenta regresiva de inicios de año, mientras se espera el tijeretazo a los recursos para estimular los desarrollos shale, se abrió un nuevo mercado para el gas de Vaca Muerta. Ni más ni menos que Brasil, un destino que parecía algo más lejos, en posibilidades, de lo que al final terminó demostrando ser. Lo dicho en las páginas 2 y 3 de este suplemento: con carácter de “interrumpible”, la secretaría de Energía a cargo de Gustavo Lopetegui le dio el okey al fluido producido por Wintershall para salir hacia el norte del país. Es un primer paso, en la forma de la baja escala de un envío, y parte de lo más deseable en este momento podría ser que no se “manche” con los típicos vaivenes que han caracterizado a la política energética de las últimas décadas.

Hay un capital que es la confianza, su construcción, la estabilidad en las reglas de juego. El gas neuquino tuvo una de esas manchas en los últimos meses, con el cambio de condiciones en el subsidio al gas, de anuncio inminente, y todavía no está del todo claro el impacto que puede tener en la producción del 2019. Se verá. Por caso, en los próximos días, si se cumple lo anunciado por el gobierno provincial, y se autorizarán más planes de producción que aspiran a ese aporte. Las empresas que se postulan recibirán el subsidio, pero a un precio muy diferente al que regía hasta finales del año pasado, bajo la influencia del recorte que impone el FMIl, también en lo que Nación destina a incentivar la producción de energía, algo que del otro lado del mostrador saben los consumidores residenciales, aún los de menos recursos que se amparaban bajo la tarifa social (que en la provincia el gobierno sostendrá).

Al mismo tiempo, al ritmo del crecimiento de la producción registrada sobre todo en los dos últimos años, la agenda se nutre con los mismos viejos problemas. La cantidad de pozos perforados en el último año y las ramas horizontales, que elevaron la producción de crudo y gas en Neuquén, y el nivel de regalías con las que la Provincia, por caso, logró sostener los salarios púbicos al ritmo de la inflación, implicaron que se duplique la generación de residuos en la industria. Es un desafío en varios sentidos. Por un lado, tal como lo señala esta edición de +e, las piletas de tratamiento de las empresas autorizadas funcionan al límite. En este punto, se hacen más necesarias que nunca la transparencia y las medidas que se tomarán para mantener un nivel de sustentabilidad acorde al que se necesita para que Vaca Muerta se siga desarrollando y no sea un problema. Las petroleras y el Gobierno saben que la cuestión ambiental es crucial. ¿Cuál es el plan a futuro? ¿Quiénes y cómo tratarán esos residuos? Al mismo tiempo, es todo un desafío comunicarlo. El calendario electoral (y acaso otros intereses) tiende un sendero de trampas cuando se suma al del desconocimiento y la falta de información.

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