Con la convocatoria confirmada para llevar a cabo el paro general este lunes 25, desde el gobierno nacional salieron a intentar deslegitimar la medida a la que adhieren todas las centrales sindicales. Asimismo, desde la CGT adelantaron que si el oficialismo no cambia su postura habrá un clima con mayor tensión. El escenario toma temperatura con declaraciones cruzadas y los reclamos por aumentos salariales acordes a la inflación se multiplican en todo el país.

Al respecto, el ministro de Trabajo Jorge Triaca afirmó que la huelga "no sirve para nada porque no arregla los problemas de los argentinos” e insistió que desde el Poder Ejecutivo están dispuestos a mantener el diálogo con los gremios para " para acordar "cómo resolver los problemas".

En declaraciones a TN, sobre los pedidos de aumento salarial en el marco de una creciente inflación, tarifazos y despidos, señaló que “no vemos un escenario de dificultades y tensiones ni tampoco nadie que ha ganado y perdido, sino que lo que tenemos en claro es que lo que pasó hasta el mes de mayo es muy distinto a lo que está pasando en junio".

A su vez señaló que la posibilidad de revisar las paritarias podría “descomprimir” la situación y que “lo ha entendido la mayoría de la dirigencia sindical". Luego se refirió al sector gremial afín al gobierno y al que es opositor  y sostuvo que "hay que diferenciar aquella mayoría de la dirigencia que entiende, acompaña y otros que están más atados a cuestiones políticas".

Entonces apuntó contra las grietas que presenta la CGT y aseguró que “es compresible que la unidad la tienen que conseguir en la acción", pero en los reclamos "hay una diversidad enorme porque hay voces distintas dentro de la CGT; no hay una melodía unificada, sino que cada uno toca una sinfonía distinta".

Por su parte, el triunviro Juan Carlos Schmid, manifestó que “me da la impresión de que va a ser el paro más fuerte de los últimos años. He estado en otras conducciones con Moyano, pero este va a ser el más contundente”.

En diálogo a FM FutuRock, contó que la CGT tiene "un equipo que está midiendo la inflación" y que creen que va a "estar por arriba del 30 %", mientras que agregó: "El dato más angustiante es la caída del empleo en los sectores sensibles. El panorama que tenemos por delante es sombrío".

"Para curarse, lo primero que hay que hacer es reconocer que se está enfermo. El Gobierno no quiere reconocer que su programa económico ha fracasado en todas las líneas: a través de las inversiones, las exportaciones, no ha dado solución al problema del empleo o la inflación", consideró.

Por último, advirtió que "me da la impresión de que si no hay un cambio, habrá un endurecimiento de las posturas y va a haber una tensión mucho más fuerte que la que hay hoy en la relación gobierno-economía”.