Las calles de Mar del Plata se llenaron de basura y crece el malestar del Gobierno con Arroyo

Las calles de Mar del Plata se llenaron de basura y crece el malestar del Gobierno con Arroyo

El servicio de recolección de residuos quedó literalmente paralizado por una medida gremial contra la comuna y las calles lucieron inundadas de basura. El gobierno provincial, que apostó fuerte por la ciudad, le apunta a Arroyo.

Un conflicto con UOCRA y Camioneros por la idea de Carlos Arroyo de municipalizar servicios dentro del predio de disposición final de residuos terminó en una serie de medidas gremiales que paralizaron la recolección de residuos en Mar del Plata, en plena temporada.

Las calles quedaron literalmente inundadas de basura por el bloqueo de los accesos al predio, a partir de la noche del martes. Es que los 50 trabajadores, que se reparten equitativamente entre afiliados a UOCRA y a Camioneros, tomaron la medida luego de que la comuna no renovara el contrato con la empresa TECSAN, que operaba en el predio, con la idea de “Municipalizar” el servicio.

En los hechos, la medida llevaría a que los trabajadores que allí se desempeñan pasen a cobrar salarios de municipales, que equivalen a la tercera parte de lo que hoy perciben. Claro que en el medio operaría una reducción de la mitad del personal. Los gremialistas afirman además que nadie del Ejecutivo se comunicó para destrabar la situación.

Desde Calle 6 tomaron cartas en el asunto. Los ministros de Vidal ya trabajan para destrabar el conflicto. A Arroyo no le saldrá gratis: la Provincia apostó fuerte por Mar del Plata, a costa del enojo de otros distritos turísticos, impulsando, por ejemplo, reembolsos del 50 por ciento del gasto de gastronomia y alojamiento que se pague con las tarjetas del BAPRO.

Teniendo en cuenta que el contrato terminó el 31 de diciembre y que toda la expectativa estaba puesta en la temporada de verano, al intendente le achacan falta de previsión y de resolución de un conflicto que podría haberse evitado. Este tema, sumado al de la desafortunada frase que lanzó ayer, lo tienen, de nuevo, en el ojo de la tormenta.

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