La ola de calor que afecta a la capital bonaerense -con temperaturas que superan desde hace días los 33°- puso sobre el tapete un grave problema que sufren los vecinos del barrio San Carlos. Desde junio, 48 manzanas con viviendas y comercios viven sin agua corriente, a pesar de que cada mes pagan facturas de entre “600 y 800 pesos”. Diagonales habló con Luis Malagamba, quien relató el drama de cientos de vecinos platenses.

“Durante el día no hay una gota de agua corriente, no llega. Algunos en el barrio se levantan a las 2 ó 3 de mañana para ver si pueden lavar ropa y juntar agua para tomar. A veces durante noche los que tenemos cisterna la llenamos, pero tampoco dura”, contó el vecino de San Carlos y agregó: “En algunos comercios, por ejemplo, uno que tiene una carnicería en la avenida 44 me decía que el tema de la higiene se le complica cada día más, ni contar en las viviendas familiares lo que pasa con los baños y con todo lo que significa no tener agua”. 

Malagamba precisó además que desde el invierno junto con los vecinos del barrio vienen realizando las denuncias correspondientes en Absa, en el Organismo de Control de Aguas de Buenos Aires (Ocaba) –que es el encargado de defender a los usuarios-, en incluso en Defensa al Consumidor de la Municipalidad y en la Defensoría del Pueblo de La Plata y de la Provincia. Aún no han tenido ningún tipo de solución, ni respuesta.

“Hemos hecho denuncias con expediente, no sólo en Absa, sino en Ocaba también. Ahí tengo un expediente tramitando desde junio, pero es hablar con la pared. Los vecinos están indignados, la situación es grave y no dan ninguna respuesta. Son cientos de familias, son un montón de manzanas y todos en la misma situación”, afirmó.

"En el barrio, cada construcción paga entre 600 y 800 pesos mensuales a Absa. Nos cobran por un servicio que no nos prestan, y si dejamos de pagar nos intimidan"

Y detalló que “en el barrio, cada construcción paga entre 600 y 800 pesos mensuales a Absa, ya que el pago es por valor inmobiliario y no por consumo con medidor. Desde hace años nos cobran por un servicio que no nos prestan, porque los problemas vienen desde 2013, y si dejamos de pagar nos intimidan”.

Malagamba contó que desde el Ocaba “han venido con un manómetro, miden y se dan cuenta que no hay absolutamente nada de presión. Ni siquiera hay agua para que llegue a la cisterna o a alguna canilla baja del patio, ni pensar en tener agua en la cocina”.