Un cambio social frente a los abusos

Un cambio social frente a los abusos

Por: Ricardo Roa. No se trata solamente del caso Darthés, sino de la multitud de denuncias que ya no se ocultan: la sociedad las avala.

Aunque no es el primer famoso acusado de acoso ni probablemente será el último, el caso de Juan Darthés es la evidencia de un cambio social muy grande. Muchos de estos casos, que son muchos y son reales, hasta ahora quedaban atrapados por el silencio y la impunidad. Pasto para la repetición.

Se trata de mucho más que un famoso, mayor, que viola a una menor. La denunciante de Darthés, Thelma Fardin, tiene un apoyo social del que antes carecían las abusadas. Una ola que la sostiene y que busca que las mujeres sean tratadas con dignidad. Que se respete la autonomía personal y que se juzguen y castiguen los abusos. En pocas palabras: se trata de una revolución en la sensibilidad. Un cambio que finalmente destierra la cultura machista.

Y es una ola mucho más que feminista: tiene que ver con la vida y con los derechos humanos y con la complicación de probar los abusos en la Justicia. Como si no alcanzara con esa dificultad, les toca a jueces de Nicaragua tratar el caso. Envuelto en la corrupción y en la violencia, el país está desde hace 11 años bajo la tiranía de Daniel Ortega y de su mujer, Rosario Murillo, vicepresidenta y que maneja con puño de hierro la policía y los medios de comunicación. Este año han muerto más de 500 personas en protestas contra el régimen.

El sandinista Ortega fue denunciado por la hija de Murillo, la socióloga Zoilamérica Narváez Murillo, de violarla desde que tenía 9 años. La madre no la defendió de su padrastro. Y Ortega ni llegó a juicio: fue absuelto en 4 días. Zoilamérica vive exiliada en Costa Rica.

El patriarcado existió y existe y es un modelo que amparó y ampara atrocidades como la violación. Durante décadas y décadas la Iglesia acalló la pedofilia masiva: chicos sometidos por la violencia de quienes debían predicar la dignidad. Y garantizó protección institucional a los abusadores. El mismo Papa pedía pruebas sobre los abusos en Chile. “Ese día voy a hablar. No hay una sola prueba. Es todo calumnia”, decía en defensa del obispo encubridor. Uno de los abusados se atrevió a contestarle: “¿Qué quiere, que me sacara una selfie o una foto mientras me estaban violando?”. La verdad se abrió camino pese a un sinfín de resistencias. Acaba de ser exonerado el cardenal Pell, tercero en jerarquía del Vaticano, por pedófilo y abusador.

Como en toda revolución, hay furia y hay grupos radicales que disparan profundos actos de justicia y algunos otros actos de injusticia con acusaciones falsas. Y en algunos casos, una afanosa búsqueda de algunos por apoderarse de esta revolución. Hace poco más de un mes, el director teatral Jorge Pacheco se ahorcó luego de un escrache público. No será con linchamientos mediáticos como se construirá una nueva forma de convivir con igualdad y con respeto.

También los periodistas estamos pisando un terreno difícil y que muchos desconocemos. Y eso nos obliga a ser muy cuidadosos con la información. Si culpamos a un hombre que no es culpable será lo mismo que culpar a una mujer que no es culpable.

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