La violencia sindical estalló en las narices del Ministerio de Trabajo. Como parte de la pulseada por el encuadramiento sindical de 250 choferes que desarrollan sus tareas en lavaderos industriales, los camioneros de Hugo Moyano chocaron ayer con manifestantes del Sindicato de Trabajadores Tintoreros, Sombrereros y Lavaderos (Uoetsyl). Hubo un feroz cruce de golpes, piedras y palos que dejó cinco personas con heridas leves.

La tensión escaló cuando un centenar de camioneros irrumpió por la avenida Alem para despejar la puerta del ministerio y neutralizar la protesta de los tintoreros. Apenas estuvieron cara a cara, las agresiones surgieron desde ambos lados. La pelea por el encuadramiento de los 250 choferes se había profundizado tras los bloqueos que el gremio de Moyano dispuso anteayer en 18 lavaderos industriales. Anoche, la medida de fuerza ya había sido levantada, lo que normalizaría para hoy la distribución de ropa sanitaria en los hospitales públicos y centros de salud.

Para el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, los choferes en disputa deberían estar adheridos al gremio de tintoreros que encabeza Luis Pandolfi. Así lo dispuso en marzo, cuando dictó la resolución 170. Pero esta decisión fue apelada por los camioneros, que lograron un dictamen a su favor. Se trata de la causa 21858/13 en la que el Juzgado Nacional del Trabajo N°40 dispuso la reincorporación de Juan Silva a su puesto de "chofer" en el lavadero Ariesdeleo SRL bajo el convenio de los camioneros. Silva es el actual secretario adjunto de la rama Lavaderos Industriales de los camioneros y había sido despedido tras las protestas de marzo. Moyano usará este caso como testigo. "Apelamos este fallo porque la actividad principal en cuestión es el lavadero y no el transporte de cargas. Moyano actúa con falta de códigos sindicales y de compañerismo", se quejó ante LA NACION Roberto Antúnez, del gremio de tintoreros. Y sobre los incidentes dijo: "No fueron trabajadores los que nos agredieron. No sé si es mano de obra contratada para estas actitudes salvajes".

En la vereda de enfrente, Marcelo Aparicio, número tres en el escalafón jerárquico de los camioneros, rechazó las acusaciones y apuntó sus críticas contra Pandolfi y Tomada. Al primero lo responsabilizó de "aprietes a los trabajadores de los lavaderos", mientras que al funcionario lo responsabilizó por la escalada del conflicto y por desconocer el fallo del Juzgado N°40.

"Pandolfi llevó a gente de los barrios al ministerio. Había madres con hijos. No estaban allí los trabajadores de los lavaderos. No fuimos a pelear, pero cuando llegaron nos agredieron con piedras y se fueron en los micros. Tenían gente armada delante de la policía", dijo Aparicio a LA NACION..