La campaña bonaerense, al ritmo de los presidenciables

Hay 13 candidatos a gobernador y muchos arman la agenda proselitista con las figuras nacionales; también es crucial el poder de tracción de los intendentes

Buscan el voto de casi 12 millones de bonaerenses que, según la teoría y la práctica, no los miran demasiado a la hora de elegir. Pero van igual. Con la apertura formal de la campaña para las PASO del 9 de agosto, son 13 los candidatos lanzados a la pelea por la gobernación de Buenos Aires. Representan a 10 frentes o partidos (sólo tres tienen internas) y la pulseada es tan desigual como el territorio por conquistar.

Los analistas y la estadística coinciden en que los bonaerenses eligen en el cuarto oscuro mirando los extremos de la boleta: el candidato presidencial y el intendente. Y que es en el tramo municipal donde se produce el mayor corte de boleta. No así con el tramo provincial, donde se registra uno de los cortes de boleta más bajos del país: 3%. La suerte del candidato presidencial suele determinar al gobernador bonaerense.

Este año se agrega otro factor que contribuirá a "invisibilizar" a los candidatos a gobernador: de los siete tramos que tendrá la boleta completa, que medirá 84 centímetros, recién el quinto corresponde al provincial. Antes vienen presidente, legisladores nacionales al Parlasur, diputados nacionales y el representante provincial para el Parlasur.

El combo viene con un extra: en la elección provincial no hay un ballottage que ponga la lupa sobre los competidores con chances. Para ganar alcanza con que ese candidato ubicado en el quinto tramo de la boleta supere a sus rivales por un voto.

Por eso se volvió tan virulenta la interna del Frente para la Victoria: con la candidatura presidencial de Daniel Scioli al frente de los sondeos, las duplas que conforman Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, por un lado, y Julián Domínguez y Fernando Espinoza, por el otro, sienten que tienen todos los astros alineados para llegar a La Plata, que sólo tienen que derrotar a su rival interno.

Pero incluso en este caso, donde la única diferencia entre las dos boletas será su rostro y su nombre, los candidatos adoptaron estrategias que ponen el acento fuera de la fórmula: lejos de discutir propuestas o ideas, se dedicaron a multiplicar las apariciones y carteles que los muestren junto a Scioli.

Domínguez-Espinoza sacaron ventaja en este rubro. No sólo por el respaldo que el intendente de La Matanza le dio a Scioli en tiempos peores, sino por el duro enfrentamiento que el titular de la Afsca planteó a Scioli durante casi una década, más visible que las críticas que también le dirigía el presidente de la Cámara de Diputados.

Por su parte, Fernández y Sabbatella buscaron en los últimos días dejar en claro que su fórmula refleja mejor la "genética" kirchnerista y, en particular, la de la fórmula presidencial: el peronista Fernández y el cristinista Sabbatella serían gemelos del peronista Scioli y su vice, el cristinista Carlos Zannini.

Fernández aventaja a Domínguez en todas las encuestas y tiene un conocimiento casi total en la provincia. Domínguez no llega al 50%. Pero aún tiene tiempo. Por eso desde su sector prefieren señalar la imagen negativa de Fernández y el lastre que significaría para la boleta de Scioli. También, que los intendentes del PJ no moverán un dedo por Sabbatella. Le piden, al favorito en las encuestas, que no participe en las PASO.

OPOSICIÓN

Pegarse al candidato presidencial es también la estrategia de los dos opositores mejor posicionados: María Eugenia Vidal (Pro), que en este mes aumentará las presencias junto al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri; y Felipe Solá (UNA), que hará lo propio con Massa. Sus respectivas encuestas los ubican segundos, detrás de Aníbal Fernández, y ambos se ilusionan con ser el candidato individualmente más votado en las PASO.

Los activos de Vidal son la polarización entre Scioli y Macri, el tiempo que lleva en campaña y una rutina de recorridas que la llevó a cada pueblo de la provincia. Solá busca hacer valer su gestión como gobernador (2002-2007) y compararla con la de Scioli. También aprovechará el armado territorial de Massa y el de algunos peronistas dejados de lado por la Casa Rosada.

Detrás de ellos aparecen los candidatos de la interna del frente Progresistas, que buscarán hacer valer el voto presidencial por Margarita Stolbizer: el senador Jaime Linares (GEN) y Jorge Ceballos (Libres del Sur).

La tercera interna pondrá en juego el peso de los dos socios mayores del Frente de Izquierda y los Trabajadores: Néstor Pitrola, del Partido Obrero, y Christian Castillo, del PTS.

Más atrás en las pronósticos, cinco listas buscarán superar el 1,5% para competir el 25 de octubre. Con la boleta presidencial del senador Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal) se presentará Eduardo D'Onofrio. Con la del diputado Víctor De Gennaro (Frente Popular) competirá el sindicalista Adolfo "Fito" Aguirre. Vilma Ripoll encabezará la boleta provincial del MST, lo mismo Héctor Heberling, del Nuevo Más. Manuel Bertoldi cierra la lista, con la bandera de la agrupación Patria Grande..

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