Se fue el domingo a Miami, evadiendo la cuarentena. Pero antes recibió en su cuenta bancaria un subsidio del Estado. Es el mismo empresario recordado por beneficiarse con los tarifazos energéticos mientras millones de hundían en la pobreza.
Nicolás Caputo, empresario multimillonario, fugador serial (como denunció Horacio Verbitsky), beneficiario directo de los tarifazos energéticos y, según el propio expresidente, “hermano de la vida” de Mauricio Macri, también está en la lista de quienes cobraron parte de sus sueldo del Estado a través del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Los ATP tienen un monto máximo estimado en $ 33.700 y en teoría sirve para pagar la mitad de un sueldo de trabajadores de empresas que declaren “problemas” para solventar esos costos en el marco de la cuarentena. Obviamente ese no es el caso del empresario Caputo y, mucho menos, de su sueldo.
El dato cobra doble valor indignante cuando se sabe que el domingo el mismo Caputo, su mujer y su hijo menor viajaron a Miami (Estados Unidos) en un vuelo privado de la empresa Royal Classpara con el objetivo de zafar de la cuarentena decretada en Argentina.
La familia de Caputo está entre las poseedoras de las más grandes fortunas de Argentina, ascendiendo (según publicó la revista Forbes)a U$S 500 millones. Tal como lo denunció el sitio El Cohete a la Luna, Mirgor (la empresa de Caputo) estuvo entre las “fugadoras seriales”, girando al exterior U$S 240 millones durante la presidencia de Macri. ¿Cúantas ATP equivalen a U$S 240 millones?
Esa fortuna, cabe aclarar, la hizo a costa de contratos con el Estado y el “capitalismo de amigos”. Con sus sostenidos y estrechos “contactos”, Caputo siempre fue beneficiado con licitaciones en la obra pública bajo todos los gobiernos.
Además, a través de su empresa generadora de energía Central Puerto se benefició de los sucesivos aumentos de tarifas durante el macrismo. Pero además, cuando la situación no daba para más y se congelaban las tafiras, Caputo no perdió y el Gobierno de Macri le pagó U$S 120 millones.
Como se desprende de este brevísimo recorrido, Caputo no está teniendo ninguna dificultad y nunca la tuvo.
Pero para no perder la costumbre de vivir del Estado, a pesar de su pasar económico, se inscribió en el programa de ATP para recibir el 50 % de su salario gerencial del Estado. Más “sushiplanero” no se puede encontrar.
El Gobierno, después de “advertir” que muchos “vivos” se estaban pasando de rosca, decidió poner un tope salarial de $ 250.000 mensuales para recibir la ATP. Es decir que no solo muchos empresarios ya recibieron el beneficio sino que muchos altos cargos gerenciales lo seguirán recibiendo.
No es de extrañar. Alberto Fernández viene teniendo un trato completamente ameno y hasta de asociación con el gran empresariado. Mientras se hace cargo del 50 % de los sueldos de empresas sin crisis como McDonnalds, Clarín y Techint, rebaja contribuciones patronales y avala los pactos entre cámaras empresarias y dirigencias sindicales para suspender trabajadores con fuertes rebajas salariales.
Mientras en Argentina se destina apenas el 5.5 % del PBI para sortear la pandemia (en Estados Unidos se llegó al 25 % y en Alemania al 30 %), se le paga U$S 250 millones a los especualdores.
Aún en cuarentena, mientras millones sufren despidos, suspensiones y rebajas salariales y la pobreza en la juventud muestra un panorama realmente alarmante, hay toda una ola de “vivos” que se la siguen llevando en pala y, encima, el Estado los premia con miles y miles de pesos para los bolsillos de los gerentes.
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