Mientras sigue la polémica por los incidentes finales de la marcha del pasado martes, cuando la CGT junto a otras organizaciones sindicales y políticas protestaron contra el modelo económico de Mauricio Macri, comenzaron a surgir cuestionamientos a la conducción de la central obrera, que se retiró cuestionada por los manifestantes que reclamaban que se ponga fecha a un paro nacional.

Incluso, algunos sectores ya sugieren repensar el actual triunvirato, que nació como forma de consolidar la unidad. “Hay que barajar y dar de nuevo”, dijo de forma directa Carlos Costello, dirigente de la UOM del sur del Conurbano bonaerense.

El metalúrgico criticó la “actitud lamentable” de Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, quienes no confirmaron la protesta que tanto se espera, en especial de los gremios más afectados por las medidas del oficialismo. “Esta conducción quedó goleada”, agregó, y recordó la cercanía de dos de ellos al Frente Renovador.

Costello analizó en una entrevista concedida al programa radial Política del Sur la marcha del martes, los incidentes y el impacto que tendrá en el futuro inmediato del movimiento obrero. “Para mí, lo más importante fue la movilización, multitudinaria, hacía mucho tiempo que no se veía una marcha de ese tipo. Los incidentes son lamentables”, dijo.

Luego, responsabilizó directamente al triunvirato de lo sucedido: “Los dirigentes tuvieron una actitud lamentable, no veo el por qué de esconder la fecha de un paro detrás de una estrategia que no existe”. De hecho, el metalúrgico recordó cuando a Daer “le falló el subconsciente” y anunció la protesta “antes de fin de año”.

“Esta conducción queda golpeada, habría que barajar y dar de nuevo. Hay que elegir una verdadera conducción, siempre lo dije, los triunviratos son una realidad que no lleva a la unidad, históricamente han fallado”, insistió el dirigente.

Para Costello, “el movimiento obrero argentino está en condiciones de buscar un único dirigente que lo conduzca, si algunos dejan sus intereses sectoriales e individuales y tienen una actitud de grandeza, hay compañeros de mucha valía que pueden conducir la CGT en este momento, donde necesitamos un capitán de tormenta, no uno de cabotaje. Hay más de uno con esas condiciones. Depende de que se haga un debate bien profundo y se pongan todas las acciones detrás de un plan programático”.

Sobre los desmanes que se produjeron durante la desconcentración y que terminaron con el triunvirato escapando del lugar y un grupo ganando el escenario, Costello reconoció que conoce a alguno de los que subieron al palco. “No fue un enfrentamiento, más bien un tumulto, y me deja muchas dudas de cómo ocurrió, por las formas”, deslizó. Y si bien no llegó a ver los hechos en directo, insistió en que “no hubo algo premeditado, el objetivo de la marcha era que el gobierno cambie su política económica, no que la CGT cambie su dirección”.

Un punto clave en esta disputa es la afiliación de Daer y Acuña, legisladores del espacio político de Sergio Massa. “Es un grave problema que la mayoría del triunvirato sea del Frente Renovador, nos genera muchas dudas (…) Para lograr la verdadera unidad hay que dejar los intereses políticos, que no es dejar de hacer política, pero la dirección de la CGT debe dejar esos intereses individuales. Una conducción separada de los objetivos de los trabajadores no sirve, y hoy están siendo dañados”, sostuvo.

A nivel regional, Costello busca quedarse con la conducción de la CGT, en una abierta disputa con Sergio Oyhamburú, quien presentó un espacio con referentes de las tres fracciones anteriores a la unidad.

Sobre esa cuestión manifestó: “Nunca uno puede separar lo gremial de lo político, lo que se hace y lo que no se hace es político. Que nosotros seamos más de 50 gremios no da para una politización, nosotros tenemos compañeros de todos los sectores, incluso del partido FE. La CGT es un instrumento de todos los trabajadores, no de ningún partido en especial, más allá de que somos mayoritariamente peronistas, pero la política partidaria pasa por otro lado”, explicó.

Por último, en el plano sindical, aseguró que el metalúrgico es “uno de los sectores de la industria más afectados” por las medidas económicas del gobierno de Macri, “con 4.500 despidos”. “En la región estamos bastante complicados, varias fábricas tienen suspensiones programadas, que a mediano plazo pueden ser despidos”, concluyó.