Elisa Carrió aumentó sus condiciones para ser candidata de Cambiemos en Capital y además de pedir tres diputados nacionales y tres legisladores porteños, no quiere saber nada con compartir la boleta con dirigentes del sector de Cristian Ritondo y Daniel Angelici.

Lilita ya pidió que además de su banca, le garanticen lugares auspiciosos en la lista de diputados nacionales para Fernando Sánchez y Mariana Zuvic, dos de los dirigentes de su máxima confianza.

 Se trata de una porción importante de espacios en la lista de diputados nacionales de Cambiemos, que pone en juego 6 bancas por la Capital y también debe incluir a otros aliados como Patricia Bullrich y Gerónimo "Momo" Venegas. 

Carrió además pide tres lugares "entrables" en la lista de legisladores porteños. Para esa lista parece número puesto la legisladora Paula Oliveto, que suena para encabezar la nómina. En el PRO, sin embargo, aspiran a colocar a un dirigente de la Juventud al tope de la lista, como sucedió en las últimas elecciones, cuando Francisco Quintana, ex titular de la Juventud PRO de Capital, fue en el primer lugar. Ahora, ese cargo está en manos de Martín César, del riñón de Horacio Rodríguez Larreta, que suena para emigrar a la Legislatura.

Fue Larreta, uno de los más interesados en que Carrió juegue en Capital para eclipsar a Martín Lousteau, quien accedió a que Lilita no sólo pida los nombres que quiere sino que además tenga la posibilidad de vetar otros. No es casual que Larreta invitara a su gira por España a los legisladores lilitos Maxi Ferraro y Oliveto. 

En la Ciudad, la opción del veto sólo la tuvieron en la última década los integrantes de la cúpula del PRO, con Mauricio Macri a la cabeza, secundado por Marcos Peña, María Eugenia Vidal, el propio Larreta y Gabriela Michetti. 

Preocupación por Ritondo

 Pero ahora en el macrismo no quieren enojar a Carrió, quien como anticipó LPO exigió que en la boleta no haya nadie del sector de Angelici, que siempre tuvo un lugar asegurado en las listas del PRO porteño y hasta ha llegado a manejar un sub-bloque de cuatro legisladores.

 El "Tano" ya asumió que es una batalla perdida y se conforma con mantener sus espacios de poder dentro del Ejecutivo porteño y en especial en la Justicia de la Ciudad.

Lilita ya pidió que además de su banca, le garanticen lugares auspiciosos en la lista de diputados nacionales para Fernando Sánchez y Mariana Zuvic, dos de los dirigentes de su máxima confianza. 

Se trata de una porción importante de espacios en la lista de diputados nacionales de Cambiemos, que pone en juego 6 bancas por la Capital y también debe incluir a otros aliados como Patricia Bullrich y Gerónimo "Momo" Venegas.

 Carrió además pide tres lugares "entrables" en la lista de legisladores porteños. Para esa lista parece número puesto la legisladora Paula Oliveto, que suena para encabezar la nómina. En el PRO, sin embargo, aspiran a colocar a un dirigente de la Juventud al tope de la lista, como sucedió en las últimas elecciones, cuando Francisco Quintana, ex titular de la Juventud PRO de Capital, fue en el primer lugar. Ahora, ese cargo está en manos de Martín César, del riñón de Horacio Rodríguez Larreta, que suena para emigrar a la Legislatura.

 Fue Larreta, uno de los más interesados en que Carrió juegue en Capital para eclipsar a Martín Lousteau, quien accedió a que Lilita no sólo pida los nombres que quiere sino que además tenga la posibilidad de vetar otros. No es casual que Larreta invitara a su gira por España a los legisladores lilitos Maxi Ferraro y Oliveto. 

En la Ciudad, la opción del veto sólo la tuvieron en la última década los integrantes de la cúpula del PRO, con Mauricio Macri a la cabeza, secundado por Marcos Peña, María Eugenia Vidal, el propio Larreta y Gabriela Michetti. 

Preocupación por Ritondo 

Pero ahora en el macrismo no quieren enojar a Carrió, quien como anticipó LPO exigió que en la boleta no haya nadie del sector de Angelici, que siempre tuvo un lugar asegurado en las listas del PRO porteño y hasta ha llegado a manejar un sub-bloque de cuatro legisladores. 

El "Tano" ya asumió que es una batalla perdida y se conforma con mantener sus espacios de poder dentro del Ejecutivo porteño y en especial en la Justicia de la Ciudad.