Cuando representantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) intentaron ingresar las urnas a la Casa Rosada, como se hace todos los años, para que los trabajadores y trabajadoras de Casa de Gobierno votaran por sus representantes gremiales para las Juntas internas de delegados, Policía Federal y Casa Militar (cuerpo encargado de la seguridad en el edificio) se lo impidió, argumentando órdenes oficiales. Finalmente la votación debió llevarse adelante en un improvisado cuarto oscuro en la explanada frente a la Rosada, aunque también llegaron hasta allí las amenazas de desalojo de los cuerpos de seguridad.

Frente a estos hechos, desde ATE Capital se denunció que el Gobierno Nacional “vulnera los derechos de los trabajadores y trabajadoras y atropella la libertad sindical”. Valeria Taramasco, secretaria de Comunicación del gremio, declaró al respecto: “Las autoridades de la Casa Rosada y el Ministerio de Modernización, desconocen los derechos de los trabajadores a tal punto que no solo no dejan realizar la elección en el lugar de trabajo, sino que impide hacerlo en la vereda y amenaza con reprimir a los trabajadores”.

Ante la insistencia de los delegados para que se les garantice el acceso al edificio con las urnas, desde la seguridad del edificio se argumentaba que podían hacer la elección pero en la Plaza de Mayo, del otro lado de la pirámide. Ante lo ridículo del planteo, finalmente se instalaron las urnas en la explanada frente a la Casa de Gobierno y, pese a las reiteradas amenazas de desalojo, se pudo concluir la votación. Una pequeña muestra de la explícita vocación antisindical del oficialismo, que se manifiesta hasta en los más pequeños detalles.

Fuente: Informe Politico