Caso Tersuave: Moreno y Fernández miden fuerzas

Por: Carlos Burgueño

• EL SECRETARIO PLANTEARÁ OTRA NACIONALIZACIÓN. DICE QUE LO APOYA KIRCHNER

Aníbal Fernández, acompañado por gran parte del gabinete de Cristina de Kirchner, y Guillermo Moreno tendrán hoy un test directo para saber el verdadero poder que le queda al secretario de Comercio Interior. Hoy, en la reunión del Comité de Crisis, ambos funcionarios se enfrentarán por el caso Tersuave, otro proyecto de «nacionalización» de una empresa privada a lo Moreno, con el mismo estilo de Massuh (hoy Papelera Quilmes) y la autopartista Mahle. Pero a diferencia de ambos casos, en éste los dueños de la compañía no tienen intenciones de desprenderse de la fábrica de pinturas, y aseguran que se tarta sólo de un conflicto laboral.

Según pudo averiguar este diario, el jefe de Gabinete -que será el anfitrión del encuentro- no tiene intenciones de avalar el proyecto morenista y buscará dejar la cuestión como un problema salarial que debe solucionarse dentro de los marcos del caso. Pero además Fernández quiere ir más allá, y dejarle claro a Moreno que la intención hacia el futuro es limitar al máximo estos casos, que no habrá dinero para este tipo de aventuras y que en todo caso, la intención es que temporalmente se administre una empresa hasta que, lo más rápido posible, sea revendida.

Moreno llevará ante este panorama un argumento de contraataque. Asegura que el proyecto Tersuave cuenta, indirectamente, con el aval de Néstor Kirchner.

Asistentes

Escucharán el conflicto, apoyando más o menos abiertamente a Aníbal Fernández los ministros de Trabajo, Carlos Tomada; Economía, Amado Boudou, y Producción, Débora Giorgi; además de la presidente del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont y, eventualmente, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Todos llegarán esta mañana a la Jefatura de Gabinete, sede del Gabinete de Crisis desde el recambio de funcionarios generado por el resultado de las elecciones del 28 de junio. Moreno decidió que el caso de la fábrica de pinturas radicada en San Luis, tomada desde hace cinco meses por una parte de sus empleados, forme parte de la agenda de estas reuniones el jueves pasado, cuando el secretario de Comercio recibió en su despacho a unos autodenominados delegados de la fábrica apadrinados por Luis D'Elía. El piquetero aseguró además que la reunión contaba con el apoyo del ex presidente Néstor Kirchner, y que Moreno debía encontrar una solución al conflicto.

Según lo que se concluyó en este encuentro del jueves pasado, la fábrica de pinturas está cerrada por sus dueños desde hace cinco meses y con casi 160 operarios suspendidos. Los delegados hablan incluso de un intento de vaciamiento y que ante el peligro de pérdida de unos 450 puestos de trabajo, amerita que Tersuave integre el listado de Papelera Quilmes y Mahle. La intención de Moreno sería que el Estado intervenga en la fábrica para estatizarla, que se disponga dinero para garantizar el pago de salarios y que el sector público comience a ser contratista directo de las pinturas que se producen en San Luis.

Los dueños de la planta tienen una visión abiertamente opuesta a la historia de D'Elía y Moreno. Según la representante legal de Tersuave, Marina Fernández, «todo se trata de una fábula, sin fundamentos y con un trasfondo político claro, como es transformar una empresa seria en una cooperativa». Por otra parte, el secretario general de la Unión de Personal de Fábricas de Pinturas, Pedro Zambelletti, desconoció las gestiones de «ex delegados» ante Moreno.

Moreno recibió la semana pasada en su despacho a los delegados de la fábrica, quienes denunciaron que desde febrero último el dueño de Tersuave, el empresario cordobés Roberto Torres, decidió un «lockout patronal» y cerró las instalaciones.

Trabajando a pleno, Tersuave venía produciendo unos 140 mil litros diarios, de los cuales gran parte estaban siendo exportados sin complicaciones.

Lockout

El conflicto comenzó el 3 de marzo con el inicio del lockout y derivó, en solidaridad, en el corte de la Ruta Nº 7 de alrededor de 3.000 trabajadores de más de 20 fábricas que se encuentran radicadas en el Parque Industrial de Villa Mercedes.

Si efectivamente Moreno planteara hoy la nacionalización de la fábrica de pinturas, sería el primer proyecto oficial en el que una operación de este tipo se efectúe sin el aval de los dueños de la empresa, ya que en el caso de Mahle, los accionistas alemanes decidieron cerrar la planta de Rosario, mientras que Héctor Massuh entregó su actividad en la papelera de su familia. Aníbal Fernández rechazaría este pedido. A cambio, solicitará al Ministerio de Trabajo de Carlos Tomada información sobre el conflicto, y, eventualmente, recurrir a los planes de ayuda salarial que desde esa cartera tienen presupuestados para activar empresas en problemas. Le aclarará, además, a Moreno que la intención del Gobierno hacia el futuro es limitar al máximo sus gestiones de CEO de empresas nacionalizadas.

Moreno tiene otros planes. Piensa pedir más dinero para fortalecer el Fideicomiso del Banco Nación, la fuente de donde salen los fondos para los proyectos de nacionalizaciones de empresas, luego administradas por su gestión.

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