La causa por corrupción del gobierno radical sacó los trapitos al sol

La causa por corrupción del gobierno radical sacó los trapitos al sol

Los hechos de corrupción de la gestión radical siguen complicando a los boina blanca. La justicia platense puso fecha para el juicio oral por la causa del traspaso irregular del Camping Miguel Lillo y saltaron todos los trapos sucios que se tratan de esconder para no salpicar aún más la imagen de Gonzalo Diez, el pollo de los popes del radicalismo.

 

La situación laboral del precandidato de Juntos por el Cambio es un dolor de cabeza permanente. En los últimos días salió a la luz el historial laboral de Diez y expone su situación de 'becado' vitalicio del Estado. 

El primer empleo registrado del precandidato radical se lo dió Gerónimo Venegas en Osprera, la obra social de los trabajadores rurales, posteriormente "Momo" lo llevó a trabajar a Gregard SA, una empresa ligada a UATRE.

Posteriormente se desempeñó como concejal y al terminar su mandato recibió un contrato en la Cámara de Diputados de la Nación.

Desde una tarima, vistiendo traje de ejecutor de la ética pública, Diez esconde el hecho de ser, desde fines del 2016 ñoqui del Estado provincial, al ocupar un cargo muy bien rentado en la Defensoría del Pueblo y no presentarse a trabajar en tres años, excepto durante una visita del Defensor del Pueblo Adjunto en Derechos Humanos y Salud de la provincia de Buenos Aires,Marcelo Honores.

A días de las PASO, el panorama pinta cada vez peor para Gonzalo Diez, tanto que hasta el intendente Facundo López salió a darle una mano. La lista de precandidatos a concejales de la UCR es un déjà vu; los mismos apellidos que se repiten desde el 83', los herederos de la más rancia “aristocracia” radical ocupan los primeros lugares relegando a militantes y referentes de otros sectores, por ejemplo 'Solidaridad Radical' que no sólo quedaron, afuera sino que además se les negó la participación en una interna.

Comentá la nota