De acuerdo con el presupuesto aprobado en 2017, la Secretaría de Salud cuenta con 324.314.051 pesos y la expectativa estuvo puesta en lanzamiento del SAME, presentada por Julio Garro como el servicio modelo para la ciudad. Pero, en diálogo con NOVA, Pilar Martín, delegada de ATE Municipales dijo que “es pura propaganda, porque solo el sistema funciona solo en el Casco Urbano, no llega al Gran La Plata, donde el acceso de las ambulancias es muy difícil.”.

Asimismo, Martín recalcó: “Las políticas deberían estar destinadas a la prevención y la atención, pero la lógica del Gobierno es decir que hace prestaciones, no importa si se resuelve o no el problema de salud de la población. En un año solo refaccionaron la Salita N° 20”.

En abril de este año una trabajadora cooperativista perdió su embarazo de 5 meses. El caso ocurrió en el barrio El Peligro, cuando a la mujer la llevaron a la dependencia de Bomberos Voluntarios, en calle 424 y colectora Ruta 2, a 5 cuadras del lugar, para solicitar el traslado con la ambulancia del SAME: “Les informaron que la unidad no podía circular por falta de médico a cargo”.

Por su parte, Gonzalo Paluci, delegado de la Junta Interna de ATE Municipales, le contó a NOVA que “Actualmente no hay plantas estables de los Equipos de Salud en los Centros de Atención Primaria (CAP), los cuales deberían contar mínimamente con médico clínico, pediatra, odontólogo, ginecólogo y/u obstetra, trabajador social, psicólogo, ecógrafo, enfermero y vacunador”.

La situación del Sistema Sanitario en la Ciudad se encuentra en un estado crítico y necesita inversión: solo hay tres Salitas que cuentan con el servicio de ecografía. Y, por ejemplo, en el Centro de Salud Nº 41 de Altos de San Lorenzo no hay  médico clínico estable hace un año y medio.

Por otra parte, hay profesionales que trabajan en dos o tres Salitas, con horarios rotativos, por lo tanto no están todo los días. Además, la atención es solo en el turno de la mañana, cuando en realidad se debería garantizarse el doble turno.

Otro de los reclamos de los trabajadores es que no cuentan con ropa de trabajo, sino que los enfermeros y los médicos tienen que comprarse ellos mismo el uniforme. Tampoco hay insumos suficientes para la demanda de los pacientes.