Sin certezas ni explicaciones para el futuro económico de la provincia

Sin certezas ni explicaciones para el futuro económico de la provincia

La agenda bonaerense quedó prácticamente suspendida esta semana por la corrida del dólar que puso en duda la continuidad del modelo económico y obligó al presidente Mauricio Macri a renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, por lo que la gobernadora María Eugenia Vidal intentó tomar distancia de la situación y terminó, sin querer, cruzando a Marcos Peña.

Es que en medio de la vorágine cambiaria la gestión nacional cometió una seguidilla de errores no forzados que según los especialistas podrían ser la causa de la aceleración de la crisis del dólar el día jueves. 

El primer paso en falso fue la palabra del presidente Macri, que en apenas un minuto y medio anunció que se había acordado con el FMI adelantar todos los pagos para el 2019.  Ese día el dólar dio el primer salto, pero terminó de estallar 24 horas después cuando el jefe de Gabinete reconocía que ese acuerdo no estaba firmado. 

Pero, de todas maneras, Peña negó que la grave situación que llevó incluso a la suspensión de venta y distribución de productos en varios puntos de la provincia por la falta de precios de referencia, pueda calificarse como un "fracaso del modelo económico".  El jefe de ministros hablo de turbulencias "como otras que nos tocó superar".

Más tarde, Vidal consideró "se vienen tiempos difíciles" y se convirtió así en la primera referente de Cambiemos en admitir que el problema es grave.  "Me preocupa que haya un traslado a los precios y a la canasta alimentaria, especialmente en la provincia de Buenos Aires donde vive la mayor cantidad de pobres de Argentina", analizó la mandataria en la jornada en la que el dólar superó los 40 pesos.

La situación congeló las negociaciones por el presupuesto, que comenzará a discutirse en la provincia en las próximas semanas en el marco de las políticas de ajuste que requiera el FMI, por lo que necesariamente una renegociación con ese organismo también retrasa el cálculo de ingresos y gastos para la provincia.

El objetivo de máxima del equipo económico que conduce Hernán Lacunza es no comprometer  hasta fin de año ni un centavo que no provenga de ingresos genuinos de la recaudación de la provincia y, por eso, están trabadas las negociaciones con los docentes, médicos y judiciales.  Sin chances de asistencia financiera de Nación, es central para evitar la conflictividad social y para mantener altas las expectativas electorales que las negociaciones se mantengan por debajo de la inflación proyectada.

Para sortear la falta de recursos de cara al año que viene, el plan del Ejecutivo es negociar acuerdos amplios con el massismo y de ser posible con el PJ Unidad y Renovación, que podrían por ejemplo incluir el apoyo, o no, al proyecto de división de La Matanza y de otros distritos, y la renovación de cargos en los organismos de la constitución.

El peronismo, mientras tanto, sigue con su debate interno, que otra vez tiene a Cristina Kirchner en el centro de la escena y al resto de los dirigentes sin saber con precisión qué actitud deben tomar ante la ex mandataria.   Ni siquiera aquellos que hasta hace unos meses bregaban por la extinción del kirchnerismo hoy se atreven a prescindir de la figura de CFK tras el crecimiento que tuvo en su imagen, aún a pesar del escándalo de los cuadernos.

Rumores sobre una posible pedido de detención librado por el juez Claudio Bonadio y supuestas filtraciones sobre nuevas estrategias de defensa se multiplicaron en este semana dejando en claro que la centralidad de Cristina se potencia en los momentos de crisis, un poco por la mística que cargan sus propios seguidores, pero otro tanto por el contraste entre su gestión y la de Mauricio Macri, que para los sectores populares y cada vez más para la clase media, no benefician al actual presidente.

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