Raúl Riquelme y Carlos Sartore señalaron que más allá de las promesas asumidas a través de las actas firmadas en forma sucesiva con la presencia del Ministerio de Trabajo y la UTA, con el dirigente Raúl Abraham al frente, todavía no se depositaron los recursos necesario para que las empresas del transporte afronten los compromisos salariales, junto con el medio aguinaldo a mediados de diciembre.

“La cámara está detrás de una audiencia con el gobernador Bacileff Ivanoff y con Aída Ayala porque consideramos que son los únicos que lograrían una respuesta acorde a estas circunstancias. La falta de definiciones en la política del transporte pone en peligro de colapso ambas jurisdicciones, la urbana e interurbana”, aseguraron.

Ambos empresarios consideraron que la definición del tema del transporte es una cuestión política en donde los empresarios seguimos siendo los rehenes. “Por eso, la Cetach solicita como urgente juntar a las dos jurisdicciones para ajustar la tarifa. Se debe dar al mismo tiempo para ambas jurisdicciones. Porque además en la audiencia pública del 15 de noviembre solicitada por el gobernador, se iba a sincerar el tema del boleto, la provincia fijó públicamente el precio de 3,88 pero todo sigue en 2,50.

Y esto hace que ya sumen 50 los días en que las líneas urbanas están trabajando a pérdida, con el agravante de que no recibieron auxilio ni de la provincia ni del municipio, llámense subsidios o compensaciones”, advirtieron.

El panorama se complica porque son 800 las familias afectadas por esta situación “terminamos dándole la razón a Raúl Abraham cuando señala que se vuelve a un transporte modelo 2000 con numerosas complicaciones en todos los frentes”.

Los empresarios remarcan que “el jueves no sabemos cómo vamos a pagar los sueldos, hay que hacer caja para afrontar también el aguinaldo, a partir del 16 de diciembre el gobierno reduce su actividad en un 50 por ciento y nosotros tenemos una merma del 30 por ciento lo que genera mayor incertidumbre”

Finalmente, respecto del fideicomiso Tarjebús, mantenido por todas las empresas del sector, se sostiene que no pueden hacer los aportes correspondientes, teniendo a futuro la posibilidad de despidos y con la posible desaparición. “Por el momento, habrá reducción de horarios. Hasta que no se resuelva, tarjebús corre con los mismos riesgos que corren las empresas”, sentenciaron.