Un chaqueño anti Carrefour alumbró el relato de Macri contra los chinos

Un chaqueño anti Carrefour alumbró el relato de Macri contra los chinos

Zorzón -que resistió el ingreso de los franceses- se trenzó con la vocera del sector y los separó Quintana, quien llevó el recado al Presidente. Quién es el otro híper que podría caer.

Alfredo Coto y Federico Braun quedaron estupefactos. Los jefes de Coto La Anónima fueron espectadores de privilegio del hecho que transformó la reunión entre el Gobierno y el sector comercial en la que se debían abordar soluciones para paliar la crisis y mejorar las ventas. Todo venía sobre rieles hasta que el chaqueño Ricardo Zorzón, vice de la cámara de supermercados del interior CAS y FASA, dejó bien clara su postura. “Mientras ustedes vendan y empleen en negro, esto no va a mejorar”, disparó. El mensaje estaba dirigido a Yolanda Durán, la representante de una parte de los supermercados chinos, más precisamente los del sudeste asiático. Discutieron fuerte. Tanto, que el mitín mutó en un enfrentamiento entre ambos, con una mesa larga de convidados de piedra. Entre ellos, varios funcionarios nacionales, como el ministro de la Producción, Francisco “Pancho” Cabrera, y el secretario de Comercio, Miguel Braun. Cuando la cosa se puso espesa, se levantó el vicejefe de Gabinete Mario Quintana, un experto en retail desde los modelos Farmacity EKI, y los separó.

Un rato después del encuentro, fue el propio Quintana y otros pares quienes le contaron al presidente Mauricio Macri el planteo que surgió en esa mesa de trabajo con el comercio. Una vez que le sumaron desde el gabinete más datos que justificaron la teoría, se completó el germen del relato contra los súper chinos como causales centrales de la crisis del consumo que derivó en el pedido de Concurso de Carrefour. Un día después, Macri blanqueó la idea en una entrevista con el diario español ABC. Fue un paso más en la conformación de un relato en torno a una situación compleja de todo el sector, sobre todo, los de Capital Federal y GBA, que promete seguir dando noticias con otro gigante del supermercadismo que observa de cerca el precipicio, con dos balances en rojo.

Paradójicamente, Zorzón tiene una historia vinculada a los chinos y a Carrefour. Supermercadista, productor agropecuario porcino y referente del sector gastronómico en su provincia, fue hace varios años el mayor escollo para que la cadena francesa ingresara con los híper a Resistencia. Conocido por su carácter combativo, logró contener la embestida hasta que el gigante le torció la muñeca. En paralelo, Zorzón asumió en 2008 como vicepresidente de CAS, justo en el momento en que Carrefour dejó ese sillón para ser parte del armado de la actual Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que hoy comparte con Walmart, Coto, La Anónima y Cencosud.

El empresario chaqueño cuya cadena lleva el nombre de su apellido denunció una situación con los chinos que ocurre también en su provincia. Planteó, entre otros ejemplos, que los comercios orientales tienen 11 mil locales en todo el país, lo que debería redundar en al menos 44 mil empleados cuando, en realidad, las cadenas chinas tienen no más de 5.000 trabajadores blanqueados. Esta situación ya había sido planteada por ASU, CAS y FASA ante el Ministerio de Trabajo y la AFIP. “Son un sector complicado”, fue la respuesta que les dieron. Una verdad parcial: los chinos están dispersos por lugares a los que los híper se niegan a entrar y, además, no aparecen aglutinados en una cámara concreta. La representación de Yolanda Durán no alcanza ni a la mitad de las cadenas orientales.

En la misma reunión con el Gobierno en la que se dio la discusión fuerte que alumbró la teoría de Macri contra los chinos, estuvo presente un histórico del supermercadismo asiático. El concejal PRO en La Matanza Miguel Ángel Calvete. El personaje en cuestión, que además es asesor en la secretaría de Comercio de Braun y supo ser uno de los laderos de Moreno en los años K, acompañó como abogado a los chinos en su desembarco en Argentina. Por entonces, no entendían cómo funcionaba el negocio en el país, vivían enfrentados a los proveedores y hasta se peleaban palmo a palmo con la logística de los camioneros de Hugo Moyano. Calvete se mantuvo al margen, pero es el hombre que aporta datos al Gobierno sobre la realidad del retail made in China.

En la Nación recogieron el guante de la información del sector para establecer el relato sobre la crisis del comercio. Los grandes supermercados sostienen que la informalidad es una de las claves de los problemas sectoriales, pero ni por asomo la única. Aunque hay que medir situaciones y contextos: la mayor crisis se observa en Capital Federal y el GBA, mientras que los comercios del interior registran buenos niveles de venta.

A los empresarios, sin embargo, los sorprendió otra de las partes del relato, que la sostiene en público y en privado el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. La idea de que la tecnología desplazó el consumo desde los híper hacia el comercio on line. Al igual que la migración a los mayoristas, la venta en línea es una porción menor. Para los súper, en privado, el shock y la crisis se inició en febrero de 2016, cuando se desplomaron las ventas en volúmenes. Algo de eso explicó Juan Vasco Martínez, director de ASU, en una interesante entrevista con el diario La Nación. "El sector informal erosiona la competitividad de nuestro canal de ventas (…). En momentos de explosión del consumo había mercado para todos, pero con la restricción de ventas se nota más la informalidad". Concluyente y gráfico de la raíz del problema.

Pero la orden oficial en el marco del relato es explicar el colapso exclusivamente en tres pilares: chinos, mayoristas y comercio on line. Para los súper, en la esfera privada, la informalidad es clave, pero casi tanto como la baja del consumo generada por el descongelamiento tarifario, que le sacó a los sectores bajos el dinero que destinaba como excedente a la compra de alimentos y bebidas. De hecho, ese segmento es el que se resintió: el Gobierno sostiene, con razón técnica, que otros rubros del gasto están activos, como la compra de motos, autos y propiedades. Pero alimentos y bebidas sigue deprimido en relación a los números de 2015. Y, para los híper, la base de la pirámide del consumo, la compra de lo básico, es el 80% de la crema del negocio. Y hoy no está a pleno.

EN ROJO. El caso de Carrefour, que se cerrará en las próximas horas con achique de planta de mil empleados, franquiciado de los Express y transformación de sucursales híper en mayoristas, no es el único emergente de esta situación crítica. La comidilla del sector es la complicada actualidad que afronta el grupo chileno Cencosud, propietario en la Argentina de las cadenas JumboDiscoVEAEasy Blaisten, además de varios shoppings en el interior del país.

La compañía, que venía compensando la caída en las ventas con el rendimiento de los shoppings, empezó a mirar de reojo el Concurso Preventivo de Crisis de los franceses. Tiene dos balances en rojo, el de 2016 y el de 2017, y el año no perfila como para romper esa lógica. En el retail le echan la culpa a los malos manejos regionales del propietario, Horts Paulmann, que tiene un perfil de deuda peligroso, no solo en Argentina. En 2016, los ingresos de la firma cayeron 6% y Chile fue el único país en el cual hubo suba de ventas del 4,5%. En Argentina se dio la mayor caída, llegando al 24,5%.

En su memoria delos últimos años, firmada por el propio Paulmann, ya avisaban de los problemas que se venían. “A medida que otros minoristas amplíen sus operaciones en Chile, Argentina, Brasil, Perú, Colombia y que otros minoristas internacionales ingresen en estos mercados, la competencia seguirá intensificándose. No estamos capacitados para responder eficientemente a presiones de la competencia y a cambios en los mercados minoristas; nuestra participación de mercado podría deteriorarse, lo cual podría tener un efecto negativo para nosotros”, detallaron y agregaron que la situación del país también es riesgosa por los aumentos de tarifas y el impacto en el consumo, la balanza de pagos y el déficit fiscal.

Paulmann es casi el único empresario del retail que apoyó al Gobierno desde el inicio. "En 2016 tuvimos el primer balance negativo en 37 años. Pero son costos que hay que pagar y ojalá que el Gobierno no afloje", detalló el empresario a principios del año 2017. Cencosud emplea a cerca de 25 mil trabajadores, ya cerró sucursales, tuvo conflicto en Disco y quiere implementar un achique. Su core business es Chile, que le aporta el 42% de sus ingresos, y luego Argentina, con un 24,5%. Es el empleador más importante del país, por encima de Carrefour, que tiene 19 mil trabajadores propios.

Mientras Paulmann elogiaba, el CEO de Argentina, Matías Videla, comunicaba el mensaje real de preocupación de Cencosud. “No estamos viendo una mejora notable. Septiembre había sido un poco mejor, pero en octubre y en lo que va de noviembre volvimos a ver un estancamiento. Además, nos preocupan las subas en los costos y en las tarifas de los servicios públicos", dijo el ejecutivo a La Nación.

Los datos reales que explican la crisis son los que informan los supermercados, en modo crónica, a los que quieren escuchar: hasta el año 2013 hubo una explosión del consumo que terminó hipertrofiando al sector con alquiler de mega superficies y aperturas a granel, como el caso de Carrefour con los Express en Capital Federal. Hasta 2015, el congelamiento tarifario compensó los problemas económicos y financieros sosteniendo las ventas artificialmente. Pero el inicio de 2016 fue un golpe duro. Obligado por la quita de subsidios, el consumo se ralentizó y se frenó, hasta llegar a una normalización muy moderada. Hoy, los últimos números de marzo muestran cierto repunte, pero con una trampa: a diferencia del año 2017, esta vez la Semana Santa cayó en marzo y reforzó los números de un mes históricamente malo. Una baja se verá en abril, entonces.

En este contexto, está claro que la situación no es homogénea. No hay crisis terminal en todo el sector, pero el Gobierno llegó dos años tarde y les mira el número a sus problemas. En paralelo, tampoco parece tener en claro cuál es la solución, pero la teoría de la conspiración oriental no suena razonable para explicar el contexto.

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