Comienzan los operativos sanitarios en barrios populares

Comienzan los operativos sanitarios en barrios populares

La disposición provincial anunciada la semana pasada empieza a instrumentarse hoy en Luján. La Municipalidad decidió iniciar en un sector del barrio Villa del Parque cercano al Acceso Oeste que sufre graves déficits. Se trata de una zona que comenzó un proceso de asentamientos informales hace menos de una década. Gran parte es inundable.

Por Nicolás Grande

Luego del anuncio dado a conocer la semana pasada, este viernes comienzan a implementarse en Luján los operativos sanitarios en barrios populares. Como parte de una disposición provincial, la iniciativa se promociona desde un triple propósito. En primero lugar, una búsqueda de posibles casos sospechosos de coronavirus mediante una serie de sintomatología que, en caso de presentarse, deriva en un posterior hisopado. Por otro lado, las autoridades hablan de configurar un mapeo de personas con mayores niveles de vulnerabilidad. Por último, obtener una foto sanitaria en cuanto a vacunación y acceso al sistema de salud.

Como ya anticipó EL CIVISMO la semana pasada, en la ciudad cabecera los operativos recaerán en unos diez centros urbanos correspondientes a sectores de diferentes barrios. Ocurrirá lo mismo en Olivera, Pueblo Nuevo y Open Door.

“No lo podemos hacer en todos los barrios a la vez por cuestiones de logística. La idea es ir casa por casa con una dupla de un trabajador de salud o social y un referente del barrio. No es un testeo masivo, sino una referencia a determinados indicadores de salud y si aparecen cuestiones sospechosas se acerca al centro de salud correspondiente”, explicó a este medio la secretaria de Salud, Mariana Girón.

El puntapié inicial se dio en varias manzanas de Villa del Parque. Es una zona definida por el arroyo Lanusse y el Acceso Oeste. No es tan extensa en términos territoriales, pero sí profundamente precaria y bastante escondida, incluso para los automovilistas que transitan por la autopista debido a una columna de árboles.

Varios componentes del entorno ubican a esas manzanas entre las más vulnerables de la ciudad. El poblamiento de esas tierras es producto de una sucesión de ocupaciones relativamente recientes. El proceso se inició hace poco menos de una década. Y fue el desenlace de la falta de políticas públicas. Antes del avance informal sobre los terrenos bajos, organizaciones sociales que trabajan en el barrio propusieron a la Municipalidad la elaboración de un parque lineal, una iniciativa que contó con el aporte de estudiantes, docentes e investigadores de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. No hubo respuestas y la dinámica social hizo el resto.

Los puntos más críticos están delimitados por las calles Storni, Corrientes, José Ingenieros y Misiones, aunque desde el vértice de esas dos calles con rumbo al Acceso Oeste hay un segundo conglomerado definido por más de 15 viviendas extremadamente precarias. Es el sector más nuevo. “Aquella parte está tomada hace poco. Es lo más nuevo. Lo otro ya tiene muchos años”, indicó una de las vecinas que conversó con EL CIVISMO.

En Storni y Misiones existen dos alternativas. La primera avanzar por un pasaje que cruza casi en diagonal toda la manzana y la divide en dos. El camino arranca muy pegado al arroyo y se va alejando a medida que llega a Corrientes, en el otro extremo. En el primer tramo impacta la sucesión de casillas de chapa. No sólo por sus dimensiones de monoambiente, sino por su cercanía al curso de agua que las vuelve completamente vulnerables al más mínimo desborde.

Hacia el otro lado ocurre lo mismo. Para llegar se debe elegir la segunda opción. Esto significa cruzar Misiones por un improvisado puente de madera. El tránsito vehicular es imposible, porque en esa cuadra la calle queda reducida a una senda. El arroyo tiene poca circulación debido al avance de la vegetación y también a tapones de basura. Hace una curva siempre bordeado de casas, casi todas precarias, casi todas de chapa y madera. Del otro lado, Misiones recupera su anchura. A diferencia de otras zonas precarias de la ciudad, la densificación en los fondos de Villa del Parque parece ser mayor. La subdivisión dispuso lotes más pequeños, por eso en algunos tramos las construcciones se apiñan y hacia atrás frenan a poquísima distancia del arroyo.

El sistema de zanjas no es un sistema. Están llenas de agua estancada. El cúmulo de condiciones incluye también tendidos eléctricos sumamente precarios y conexiones al agua corriente del mismo tenor. Hay varios chasis de autos abandonados. Algunos quemados. Y muchos carros que los vecinos utilizan para la recolección informal. Las changas son regla. La vida se desarrolla en la calle o, cuanto menos, en las puertas de las casas. Es imposible pensar en una cuarentena de puertas adentro.

El trabajo de campo encarado esta semana se extenderá al vecino barrio Lanusse. Este primer relevamiento abarcará 35 manzanas en total y se proyecto completar en un total de dos o tres jornadas.

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