Cómo está preparada la Región para hacer frente a un eventual pico

Cómo está preparada la Región para hacer frente a un eventual pico

El 46% de las camas de terapia intensiva en la Provincia y el 48% de las platenses estaban ocupadas durante la última semana. Al actual ritmo de contagios, se indica oficialmente, el sistema provincial puede colapsar en 30 días. Desde los gremios relacionados con la salud piden que se refuercen los planteles hospitalarios.

Con los casos de coronavirus creciendo a un ritmo acelerado (durante cuatro días consecutivos el récord de contagios se rompió cada 24 horas superando de a 100 casos por día la barrera de los 1.000) en el sistema de salud y en la sociedad se encienden todas las luces de alarma y se instala una pregunta: ¿cómo está preparada la Región para un eventual pico de la pandemia, sobre el que no se tienen mayores certezas?

En ese marco, hay algunos elementos que están especialmente en foco: las camas, especialmente las de terapia intensiva y sus respiradores, y el personal profesional y no profesional disponible para atender la emergencia.

Una ronda de consultas realizada por este diario con autoridades sanitarias provinciales y comunales y referentes sindicales del área de la salud indica que a última hora del viernes, cuando el país y la provincia registraban un nuevo pico de contagios, el 46% de las camas de terapia intensiva, el 45% de las de terapia intermedia y el 44% de cuidados leves en la Provincia estaban ocupadas. Y según las estimaciones oficiales, de mantenerse ese ritmo de contagios, el sistema colapsaría en alrededor de 30 días.

EL PERSONAL DE SALUD

Pero si esa preocupación alcanza a los recursos materiales, la atención también está puesta en el personal de salud. Como se sabe, en el marco de la pandemia, todos aquellos trabajadores del área que se contagian o tienen contacto estrecho con casos positivos entran en cuarentena. Ya sucedió en hospitales como el Gutiérrez o el San Martín (en este último el número de trabajadores que entró en aislamiento después de un caso superó el centenar). Dada esa situación, se impone la pregunta: ¿están dadas las condiciones para responder a la pandemia, incluyendo el personal necesario para relevar a aquellos que deban ausentarse obligatoriamente de sus tareas por las cuarentenas?

La principal conclusión que llega desde los sindicatos es que, si bien en los últimos meses se reforzaron los planteles profesionales y no profesionales, todavía habría importantes baches que cubrir para hacer frente a un eventual pico de la pandemia.

Desde ATE, por caso, se habla concretamente de un déficit de 11.000 trabajadores entre profesionales y no profesionales. Y se destaca que las mayores carencias se ubican entre los enfermeros y el personal de limpieza.

“Se está incorporando permanentemente personal nuevo con miras a enfrentar el crecimiento de casos. Pero los ritmos de los mecanismos de contratación del Estado son mucho más lentos que los de la pandemia”, indicaba a este diario, por caso, Pablo Maciel, dirigente de Cicop, la entidad sindical que nuclea a los médicos (que estima que el sistema necesita entre 2.000 y 2.500 nuevos medios y se incorporaron 650) mientras oficialmente se admite ese contraste entre los tiempos de contratación del estado y los que impone el coronavirus (ver aparte).

Al mismo, tiempo, para evitar que los contagios en el personal de salud y los aislamientos consecuentes impacten sobre las posibilidades de respuesta del sistema, se ajustaron protocolos para hacerlos más eficientes. Sin embargo, ese esfuerzo choca con una realidad tanto de médicos como de enfermeros y auxiliares: el pluriempleo, que hace que muchos profesionales se desempeñen en varios trabajos a la vez, en el sector público y el privado.

De la mano de los cuidados también cambia el “folclore” hospitalario: “ya las comidas en las guardias no se comparten y las medidas de seguridad se extremaron para evitar los contagios”, dice Maciel desde Cicop.

EL CRECIMIENTO DE LOS CASOS

En los últimos días, el crecimiento sostenido de los casos, que fueron marcando un nuevo récord jornada a jornada, en todo el país -más de 1.500 casos ayer en todo el territorio nacional- encendió todas las alarmas.

Sin embargo, autoridades sanitarias locales afirman que todavía no hay certezas acerca de si nos acercamos a un pico y, en todo caso, cuando se produciría.

En La Plata, por caso, el jueves último, se registró una cifra récord de casos para un sólo día, con lo cual el número total de contagios locales trepó a los 298 y el de muertos a 14. En tanto, Berisso llegaba a los 75 confirmados y Ensenada a 60.

En ese marco, durante la última semana se realizó un encuentro entre el ministro de salud de la provincia, Daniel Gollán y el intendente platense Julio Garro, en el que trascendió que el nivel de ocupación de las camas de terapia intensiva en la Ciudad roza la mitad y es superior al promedio de la Provincia.

Según esos datos, correspondientes al miércoles 10 de junio, el 48,77 por ciento de las camas de terapia intensiva estaban ese día ocupadas (el promedio provincial para la jornada era 41% : con 611 camas disponibles y 298 internados, 53 de ellos por COVID-19. Además, se consignó que era alto el porcentaje de pacientes que ocupan las salas de cuidados intermedios: 233 -de los cuales 43 ingresaron por coronavirus- sobre 445 lugares (52,36 por ciento). Mientras que en las habitaciones destinadas a cuidados mínimos, que en total cuentan con 1.478 espacios, hay 634 pacientes (42,9 por ciento) y 99 fueron internados por el virus.

Un dato a tener en cuenta es que no todos los contagiados por coronavirus que terminan en los hospitales de la Ciudad habitan en La Plata, sino que, tal como explicaron voceros gubernamentales, un alto porcentaje corresponde a derivaciones de distritos cercanos.

Esos traslados podrían intensificarse con el avance de los contagios, advirtieron en la Provincia, donde cada vez miran con mayor atención el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que concentra el 90 por ciento de los infectados.

SIN “CERTEZAS” SOBRE UN PICO

“Claramente hay un aumento del número de casos, pero todavía no tenemos certezas respecto a la posibilidad de un pico ni de cuando puede suceder”, le dijo a este diario el secretario de Salud de la comuna platense Enrique Rifourcat, quien se refirió a una serie de medidas que se tomaron antes del crecimiento de los casos para reforzar el sistema, como la incorporación de dos ambulancias más al SAME y la habilitación de 610 camas en distintos centros de aislamiento de pacientes leves (República de los Niños, Estudiantes y Gimnasia y el Polideportivo de Los Hornos).

Rifourcat destaca que “ante el aumento de casos y la posibilidad de un pico hay que tener en cuenta que los números son distintos según el distrito. Y que en La Plata no ha habido un incremento sostenido de casos.

Una de las posibilidades es que, si un eventual pico de casos en el conurbano desborda los hospitales de esa zona, los nosocomios locales reciban más pacientes provenientes de las áreas colapsadas y también los centros de aislamiento para paciente leves pasarían a ser manejados centralmente desde la Provincia.

El funcionario municipal destacó que, si bien el personal que va a estar a cargo de esos centros será municipal, “se trata de espacios donde habrá pacientes que se pueden manejar de manera autónoma y que se aíslan en esos sitios porque sus domicilios no reúnen las condiciones para el aislamiento, pero no necesitan cuidado profesional permanente”.

En ese sentido se destacó que en esos espacios trabajará personal voluntario, enfermeros y un médico que actuará como un “rondín” monitoreando a los pacientes internados por si alguno pasa a requerir una internación de mayor complejidad.

GRUPOS O “CÉLULAS”

Para evitar contagios entre el personal de salud, se recurre a sistemas de trabajo que se basan en la creación de grupos o “células” que no se contactan entre sí para reducir la necesidad de cuarentenas en caso de que se produzca un contagio o un contacto estrecho con un pacientes positivo.

Al mismo tiempo, Rifourcat destacó su preocupación por el incremento de la atención, por parte del personal del SAME, de pacientes con otras patologías registrado al mismo tiempo que aumentaban los contagios de COVID-19 y los días de cuarentena. Esos casos corresponden a personas que no están yendo al hospital por miedo al coronavirus. La sugerencia nuestra es que aquellos pacientes cardíacos o con otras enfermedades crónicas no descuiden los controles por esta situación”.

El aumento del número de casos encuentra a Berisso y Ensenada en situaciones por el momento más holgadas a pesar del brote registrado en el barrio José Luis Cabezas, que ambas comunas comparten.

Así, el viernes en Berisso, según los datos manejados por el municipio, de las 12 camas de terapia intensiva presentes en el Hospital Larrain, sólo 1 estaba ocupada, ninguno de los 18 respiradores con que cuenta el nosocomio estaba en uso y de las 48 camas comunes de las que dispone el hospital sólo seis estaban ocupadas.

En Ensenada, en tanto, según informaron a este diario fuentes del municipio, hay 26 camas de terapia intensiva, entre las que tiene el hospital Cestino y aquellas de las que disponen las dos clínicas privadas de la Ciudad. Al mismo tiempo, se obtuvieron respiradores y se generaron espacios para que se puedan incorporar, de ser necesario, 12 camas más de cuidados intensivos. Con todo, hasta ayer no había ningún internado con coronavirus, según indicaron fuentes del municipio ensenadense.

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