A casi una semana del hecho donde un trabajador de la Línea 60 (Monsa), perdió la vida en un playón de la compañía, por lo que la comisión gremial lleva adelante un paro, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se apersonó al ministerio de Trabajo de la Nación para reclamar por el caso. El viernes pasado el mecánico David Ramallo falleció aplastado por un micro, hecho que la comisión interna denunció como un “asesinato”, según lo expresó el delegado Mario Molina a este diario.

Algunos representantes de los trabajadores de Monsa consideran que deberían apartarse de la la UTA, mientras que otros piensan que la pelea sindical debe forjarse dentro de ese sindicato, “como oposición”.

El gremio de los Metrodelegados se solidarizó con los trabajadores de la Línea 60, que transporta a diario a 250.000 pasajeros, y en el mismo tono que esa comisión interna recordaron que “los compañeros vienen denunciando desde hace tiempos las nefastas condiciones de trabajo que sufren”, le dijo Roberto Pianelli, titular del sindicato del subte.

Reclamo en Trabajo a una semana

de la muerte de un trabajador

En la víspera MONSA publicó una solicitada donde apunta a los delegados de potenciar un conflicto político. La respuesta no se hizo esperar, “están basando su defensa en un error humano y acá asesinaron a un trabajador”, le dijo a la agencia Télam el delegado Néstor Marcolín, quien también recordó que en el mes de marzo denunciaron ante la Superintendencia de Seguros de Trabajo, y en junio ante el Ministerio de Trabajo, una maniobra “para truchar el programa de reducción de siniestros” y “nadie hizo nada”.

El gremialista también cuestionó la “declamada nueva cabecera” con alta tecnología y respetando las normas de seguridad vigentes, “los empresarios,son responsables, como el ingeniero en seguridad e higiene que habilitó esto y el personal jerárquico que obligó a trabajar en esas condiciones”.