Con una brecha de 10 puntos de diferencia entre lo que reclaman los gremios aeronáuticos y la oferta de Aerolíneas Argentinas y Austral, las partes se volverán a encontrar mañana en el Ministerio de Trabajo. La paritaria está vencida desde el 30 de septiembre y esta recomposición salarial implica a cinco de los seis gremios, ya que la Asociación Argentina de Aeronavegantes (moyanistas) acordó solitariamente una nueva grilla salarial para sus trabajadores.

El problema central radica en que tanto APLA (pilotos); como UALA (Austral); la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Asociación Personal Aeronáutico (APA) y la Unión Personal de Seguridad Aeronáutico (UPSA) reclaman un incremento salarial de entre el 24 y el 26 por ciento, y la oferta empresaria no supera el 16 por ciento.

Por lo que reconstruyó este diario del lado empresario, a este número le habrían sumado un bono que se haría remunerativo más cláusula gatillo. Además, esgrimen que "el año pasado consiguieron un 40% y que los gremios saben del esfuerzo que estamos haciendo para ser autosustentables y no pedir recursos al Estado".

Es claro que la falta de un acuerdo salarial preocupa a los directivos de las compañías, ya que se está a pocos días de un fin de semana largo y existe el temor que los gremios puedan disponer medidas de fuerza. De hecho, en un comunicado firmado por todos los secretarios generales, los gremios alertan: "No garantizamos el funcionamiento de las operaciones de Aerolíneas y Austral". Esgrimen que ya se "venció" el plazo de conciliación obligatoria y que por lo tanto "hemos quedado liberados a realizar medidas de acción directa". Llámese paros.

El viernes último, el dirigente Pablo Biró, titular de APLA, advirtió que, en caso de que las negociaciones paritarias del sector no llegan a buen puerto, puede haber un "conflicto de altísima intensidad".