En el mes del compostaje, los beneficios de esta práctica que pueden incidir en la ciudad

En el mes del compostaje, los beneficios de esta práctica que pueden incidir en la ciudad

En medio de la cuarentena, una campaña por destacar la importancia del compostaje cobra valor. Un experto local en el tema aseguró que en Tandil se podría hacer mucho más de lo que se hace. A la vez, demostró las ventajas de compostar con resultados de experiencias prácticas. La relación costo-beneficio que podría resultar para el Municipio.

El aislamiento social, además de evitar que el coronavirus se propague, puede generar nuevos hábitos que aporten al cuidado del medio ambiente y a la reducción de residuos. Justamente este es el fin que persigue la campaña “Mes del compostaje”, que se está celebrando en plena pandemia (entre el 22 de marzo, Día del Agua, y el 22 de abril, Día de la Tierra).

La campaña consiste en reflexionar, informar, capacitar y difundir acerca del sistema de reciclaje como parte importante de la gestión de residuos. En este sentido, Luciano Villalba, especialista en Ciencias Ambientales, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Unicen e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Ambientales (Cinea), compartió experiencias, brindó un panorama de lo que está ocurriendo a nivel Partido y todas las bondades de la práctica.

¨Con respecto al compostaje, lo principal es resaltar que en países como el nuestro es importante porque la mayoría de los residuos que generamos son orgánicos y permiten dar un tratamiento adecuado¨, dijo. Además, mencionó que el producto que se obtiene de un buen proceso de compostaje es un nutriente y así se recuperarían los que se están desechando corrientemente.

 

 

Otro beneficio señalado es que se puede hacer de manera local, en cada hogar y a nivel de cualquier pueblo. Finalmente, apuntó que permite obtener insumos que pueden utilizarse en la producción de alimentos, cerrando un círculo.

¨No se toma en serio

Sin embargo, y a pesar de todas estas ventajas, se trata de una práctica que no se ha implementado tanto a nivel local y consideró que en primer lugar es porque no se ha tomado tan en serio. Mencionó la ley provincial 13.592, que pedía que se reduzca en cinco años un 30 por ciento de lo que se envía al relleno sanitario, pero ni en Tandil ni en otros municipios lo están cumpliendo.

 

 

¨Si uno hace las cuentas, este objetivo sería imposible de lograr si no se trabaja la fracción orgánica¨, advirtió. Contó que aquí se hace énfasis con los Puntos Limpios y lo que proviene de los hogares, siendo que es solamente la mitad o menos de lo que llega al relleno sanitario.

¨O sea que la estrategia municipal se focaliza en el 50 por ciento de lo que llega, mientras que para cumplir con lo que dice la ley habría que estar recuperando un 80 por ciento de esos residuos¨, explicó.

Por otro lado, sostuvo que la Provincia tampoco debería haber aceptado un plan que excluya la fracción orgánica, pero no se avanzó lo suficiente en ese sentido. En este sentido, indicó la relevancia que tiene poder hacer experiencia y tener un programa que invite a aprender.

 Efectos negativos y oportunidad

El no tratamiento de los residuos orgánicos claro que tiene efectos negativos, según enumeró Villalba en primer lugar por la emisión de dióxido de carbono al trasladarlo al relleno sanitario. Una vez ahí, además, se genera metano porque se acumula y resulta peor que el dióxido de carbono en materia de efecto invernadero, influyendo negativamente en el calentamiento global.

Mientras que, por el lado de los efluentes, lo que sucede es que puede generarse lo que llama ¨eutofrización¨, y es el proceso de contaminación más importante de las aguas provocado por el exceso de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo.

Por otro lado, recordó que antes el Servicio Nacional de sanidad y calidad alimentaria (Senasa) prohibía la comercialización de compostaje hecho a partir de residuos sólidos urbanos (RSU), pero el experto informó que a principios del año pasado eso cambió.

¨Actualmente existe un protocolo para realizarlo, con lo cual incluso se podría realizar un compost que no solamente puede estar destinado al uso interno municipal, sino que además se podría comercializar¨, motivó, indicando que sería la apertura de un nuevo camino.

La prueba de la experiencia

En cuanto a la práctica, lo que ha hecho estuvo basado un proyecto de caracterización de los residuos de los hogares durante 2017 y 1018. Luego, en 2019, además de trabajar con la Cooperativa de Recuperadores urbanos que tiene la enorme capacidad de tratar los inorgánicos, llevó con otros expertos la propuesta ¨Compostar, fertilizar y alimentar¨.

En este marco hicieron una feria mostrando que se puede abordar el proceso del compostaje con cualquier cosa, que no se necesitan insumos sofisticados. También incentivaron a una experiencia comunitaria de compost en el barrio de Graduados, donde unas 12 familias continúan con la práctica.

Mientras que lo mismo hicieron en la huerta de la Casita Darío Santillán, en Villa Aguirre, ¨que continúa con esfuerzos de unos y otros¨, según dijo.

¨Ahí hay un potencial muy grande, sobre todo porque hay que abordar la problemática ambiental pensando la alimentación local, orgánica y el tratamiento de residuos como una sola cosa¨, planteó.

Relación entre kilo de basura y costo

De acuerdo a los resultados obtenidos al analizar la experiencia llevada adelante en el barrio Graduados, pudieron indicar que, en promedio, cada persona genera 0.234 kilos por día de residuos orgánicos. Este valor es muy similar a valores previos obtenidos en 2016/2017 para el estrato socioeconómico medio de la ciudad de Tandil.

Considerando que el promedio por hogar obtenido en el muestreo es de 3.08, el total de personas en el Barrio se estimó en 308, entonces los números muestran que la generación de materia orgánica en esa zona puede estimarse en 263 kilos de residuos orgánicos anualmente. aproximaron un costo de transporte y disposición final en relleno sanitario de los residuos orgánicos generados anualmente en el Barrio de aproximadamente 100.965 pesos por año.

Esto marca que en un escenario de 100 por ciento de compostaje in situ de los residuos orgánicos generados, el Municipio se ahorraría ese monto anual. En tanto que desde el punto de vista ambiental, plantearon que debería realizarse un análisis de ciclo de vida para comparar los impactos asociados al tratamiento en relleno sanitario de esos residuos en comparación con el compostaje en el lugar, lo que debería incluir el uso como fertilizante del compost obtenido como resultado del proceso de compostaje.

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