Un momento de definiciones es el que atraviesa por estos días el movimiento obrero local, luego de que la Confederación General del Trabajo (CGT) Nacional, mediante una resolución, dispusiera otorgar una prórroga para la realización del plenario normalizador en el cual se iba a realizar la elección del sucesor de Pedro Armando "Uto” Carrizo, el histórico dirigente gremial.

Sobre esta situación, el referente del sector "Compromiso Catamarqueño”, Leonardo Burgos -secretario General de Atsa- , en diálogo con El Esquiú.com, sostuvo que "desde nuestro sector, hemos hecho la autocrítica, nos hemos reunido, viejos y jóvenes dirigentes y hemos hecho y estamos haciendo todos los esfuerzos para que se pueda llegar a la unidad”.

"Pero desde el sector de Carrizo -por Pedro Armando- y compañía han pedido una prórroga de 15 días como máximo, nos preguntaron desde el orden nacional y dijimos que sí, que se la den, que no había problema”, remarcó.

Seguidamente, Burgos indicó que "hemos ido por más, hemos dicho que les convaliden todo y que se los envíe a Buenos Aires”, para que se haga el padrón definitivo y convoque con nombre y apellido los dirigentes que van a estar habilitados para entrar al plenario.

Por otra parte, el referente opositor indicó que "si no se hace -por el plenario- queremos ser orgánicos, pero si no haremos una propia CGT, tampoco vamos a estar rogándoles”. Seguidamente afirmó que "ya la paciencia se colmó”, aclarando que han demostrado con hechos todas las cosas que han pedido.

Párrafo siguiente, Burgos explicó que de volverse a suspender el plenario y "si es un tema local, de chicanas, por zonceras que no quieran la unidad”, han decidido hacerse "cargo con el sello, para tratar de representar el movimiento obrero en la calle como corresponde, porque así no se puede seguir”.

Injerencia política

En otro orden de cosas, sobre esta nueva suspensión del plenario normalizador que debía realizarse ayer, Leonardo Burgos indicó que "pienso que hay injerencia política, que piensa que Carrizo y compañía no les significa riesgo para ellos, primero porque no tienen gremios estatales y segundo, porque no movilizan grandes números de afiliados. La gente quiere protesta, soluciones y no promesas”.