Confirman la muerte del imán de Ripoll, el cerebro de los ataques

Confirman la muerte del imán de Ripoll, el cerebro de los ataques

Abdelaki Es Satty murió el miércoles por la noche en la casa que estalló cuando la célula terrorista preparaba las garrafas para atacar en Barcelona.

En una conferencia de prensa, el jefe de la policía catalana, Josep Lluis Trapero anunció que el laboratorio científico confirmaba que las pruebas de ADN señalaban que uno de los cadáveres encontrados en el chalet de la localidad de Alcanar destruido por una poderosa explosión al filo de la medianoche del miércoles pasado, correspondían al imán de Ripoll, Abdelaki Es Satty.

Es Satty cumplió condena de cuatro años en España por tráfico de drogas y después se presentó como candidato a imán de la mezquita. Nadie informó sobre sus antecedentes. Visitó numerosas veces las zonas de mayor concentración de terrorismo yihadista, sobre todo en Bélgica, pero también en otros países. En Cataluña, sobre todo en la provincia de Barcelona, hace mucho que se registra la mayor cantidad de mezquitas radicalizadas y también de violentos que intentaban viajar a Siria e Irak. Algunos fueron arrestados y otros cumplieron con su propósito.

Las reuniones decisivas para ejecutar los atentados, grandes explosiones en lugares cerrados de Barcelona entre los que algunos medios mencionan a la Sagrada Familia, se realizaron en la localidad de Mrirt, Marruecos, donde nació Younes y a la que pertenecen las familias de los fanáticos terroristas de Ripoll. El imán llevaba la voz cantante y era quién impartía las instrucciones. Unos días antes del fatídico 17 de agosto, cuando se registró la matanza, el religioso desapareció.

La Guardia Civil allanó hace dos días un piso en Ripoll donde se reunieron los doce jóvenes yihadistas la noche anterior al atentado en Las Ramblas y el ataque al balneario de Cambrils donde cinco de los jóvenes asesinos dieron muerte a una mujer antes de ser abatidos por la policía.

En el filo de la medianoche del miércoles pasado, una enorme explosión convirtió en escombros un chalet en una urbanización de la ciudad de Alcanar (a 250 kilómetros de Ripoll) que los terroristas habían convertido hacía ocho meses en su centro operativo para preparar los artefactos.

Los terroristas habían ocupado el chalet que era propiedad de una entidad financiera. Nadie los denunció, ni siquiera los numerosos vecinos que observaban un cotidiano desplazamiento de muchachos que transportaban 126 garrafas de gas butano en varios viajes.

Además, los yihadistas de Ripoll se dedicaron a confeccionar el explosivo favorito del ISIS, “la madre de Satán”, a base de Piroxido de Acetona al que se añaden otros líquidos que se adquieren fácilmente en numerosos comercios. “La madre de Satán es altamente inestable y ya ha destrozado a varios comandos inexpertos como el de Ripoll. Produce heridas atroces y no hay manera de controlar sus efectos en cadena”, describió un experto antiterrorista.

Dicho y hecho, el detonante estalló súbitamente y dejó al chalet convertido en un reguero de escombros porque explotaron también numerosas garrafas.

Cuando llegó la policía y las ambulancias encontraron un muerto y otra persona gravemente herida que se recuperó convirtiéndose en la más valiosa fuente de información de los Mossos.

Aunque la policía no ha dicho una palabra, lo lógico es que este sobreviviente, nacido en Melilla y por lo tanto español pero de familia marroquí, conociera la identidad de quienes estaban presentes en el momento de la detonación. Es la mejor fuente de información que encontraron los investigadores. Es a partir de estos secretos como comienza a circular profusamente la versión de que había cuatro o cinco personas en el lugar cuando se disparó “la madre de Satán” y de que uno era el imán de Ripoll, que dirigía las operaciones.

Comentá la nota