El Consejo Directivo de la CGT definió que el 3 de octubre se llevará adelante el Comité Central Confederal y además que mañana esa central será anfitriona del ministro de Trabajo Jorge Triaca. El CCC que se había anunciado para el 25 del corriente, en ocasión de la marcha a Plaza de Mayo será en el teatro de La Fraternidad perdió peso específico respecto a la alternativa de decretar la segunda huelga nacional contra el Gobierno de Cambiemos, e incluso en algún momento se dudó de que finalmente fuera a ser convocado.

El ministro Dujovne no dudó en anticipar que las modificaciones laborales serán un éxito

Respecto a la llegada de Triaca al edificio de Azopardo, la reunión representa una "merma de tensión" respecto a la furia gubernamental que detonó la salida de dos funcionarios vinculados a organizaciones sindicales, tras la marcha a Plaza de Mayo. El consabido tópico de "avanzar en la agenda de reclamos", cuyas respuestas se intuyen previsibles y de difícil ejecución, es materia sabida tanto para el sector dialoguista de la central, que recobró bríos al priorizar el diálogo, como por el sector más combativo, con Pablo Moyano como ariete y la Corriente Federal (CFT) alineados estratégicamente.

A esta altura de las circunstancias, hasta parece delicado que algunos jefes gremiales expresen que no se habló de reforma laboral en los encuentros con el Gobierno, mientras otros pares concluyen en que la "estrategia de perder por poco" sería aconsejada hasta por referentes históricos del sindicalismo.

El secretario Administrativo de la CGT y jefe del gremio de canillitas (Sivendia), Omar Plaini, realizó los anuncios sobre la fecha del CCC y la reunión "de locales" ante Triaca al tiempo que confirmó además que el 12 de noviembre llegará al país el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, para participar en Buenos Aires en la Cumbre Mundial contra el Trabajo Infantil. Desde hace meses, dicho evento, desvela a funcionarios del Gobierno incluso más allá del ministerio de Trabajo respecto de la posibilidad de sumar este punto, en "el regreso al mundo" que Cambiemos planteó en sus primeros trazos de gobierno.

Los dirigentes gremiales reivindicaron a Triaca como interlocutor directo del gobierno nacional y protocolarmente minimizaron que se vaya a tra tratar la reforma laboral.

En los mismos pasillos de Azopardo, pese a la versión oficial, se asegura que la ofensiva de la Casa Rosada, "podria derivar en algo más complicado que modificar el esquema que asigna derechos al trabajador. El riesgo más alto está en la reforma tributaria, porque allí se fortificarían todavía más las patronales", dijeron a este diario dos fuentes cegestistas.

Respecto a la defensa del modelo sindical, superada la intervención a su sindicato, el canillita Omar Plaini expresó que la CGT se opone de forma total a "las intervenciones y allanamientos a los gremios" y brindó como referencia las diligencias judiciales que tuvieron lugar en el Smata.

La conducción de los mecánicos mantiene una puja de alto fuego con el diputado Oscar Romero, que forma parte de esa organización y el Movimiento de Acción Sindical (MASA)

A cuenta de que ese lance de Smata incluyó la alineación política, ante la consulta de la prensa sobre las elecciones de octubre Plaini enfatizó: "La CGT no es el brazo político del sindicalismo peronista. Para eso existieron en algún momento las 62 Organizaciones Gremiales. La central obrera es y debe ser plural y expresa los reclamos de todos los trabajadores", concluyó.