Conflicto por el cierre de una planta de Clarín

Conflicto por el cierre de una planta de Clarín

No hubo acuerdo y los talleres siguen tomados

 

El conflicto gremial por el cierre de la planta impresora de la empresa Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), del Grupo Clarín, continuó ayer: no hubo avances en las negociaciones y los talleres, ubicados en Pompeya, permanecen tomados por los trabajadores.

AGR asegura que decidió el cierre por la situación crítica que atraviesa la actividad y después de años de negociar alternativas que fueron "sistemáticamente rechazadas" por la comisión gremial interna. Por la medida, unas 300 personas podrían quedar sin empleo. En cambio, los trabajadores denuncian que "los despidos son ilegales" y prometen resistir.

También hay diferencias en torno a la cantidad de personas afectadas: según los delegados son 380 y para la empresa, 270.

Los despedidos marcharán hoy desde el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo. Reclaman que el ministro Jorge Triaca dicte la conciliación obligatoria y que incluya su reincorporación y la reanudación de la actividad en el taller, donde se imprimían guías telefónicas, revistas y catálogos comerciales.

La movilización coincidirá con un paro de la Federación Gráfica Bonaerense.

El abogado de AGR, Matías Fredriks, dijo a LA NACION que en los últimos cuatro años se exploraron alternativas para evitar despidos como retiros voluntarios y transferencias, pero que los trabajadores las rechazaron. "La respuesta dogmática siempre fue no querer negociar", precisó Fredriks, que cifró las pérdidas de la empresa el año pasado en 100 millones de pesos.

Para la comisión interna, el cierre es "fraudulento". Rechazan los despidos porque se concretaron sin convocar un procedimiento preventivo de crisis, instancia contemplada en la ley nacional 24.013.

"Vamos a seguir aquí, preservando nuestra fuente de trabajo hasta que el ministerio nos dé una respuesta", dijo el secretario general de la comisión interna de AGR, Pablo Viñas.

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